Educar a nuestros hijos… educar niños… educar… qué es educar…? ¿Qué es educar?
El vocablo viene del latín educare, que a su vez se formó a partir del verbo educere. Este verbo está compuesto por el prefijo ex, que significa afuera, y la raíz indoeuropea duc que significa llevar, guiar. Así pues, según su etimología, educar significa llevar hacia afuera, extraer.
A Sócrates le encantaba este verbo. Y lo relacionaba con el oficio de su madre, que era comadrona. Es lo mismo que hacer parir -decía el sabio griego-, pero no a los cuerpos, sino a las almas.
Ha cambiado con el tiempo el concepto de educar. Pensamos ahora más en conducir, que en permitir sacar de las almas de los niños todo su potencial… para esto necesitamos una nueva pedagogía y si se quiere, una nueva antropología… éste camino yá lo ha hollado la pedagogía waldorf. Y tenemos yá una historia de trabajo en nuestro medio, un poco bajo las circunstancias que se han presentado en éstos años.
Estamos ante un nuevo impulso, esperando crear conciencia en el maestro y en el padre de familia, sea cual fuere la edad de sus hijos, de sus sobrinos, de los niños que aún no conoce pero que existen y están no sólo bajo abrigo cálido y seguro…
Así pues, la escuela cambia de sentido para ser real y verdaderamente un laboratorio de vida que acoja inquietudes y certezas, en donde la escolaridad será la expresión del arte hecho pedagogía, pero también en donde podremos, los adultos, a partir del trabajo, sanar nuestro concepto social y sentirnos partícipes del futuro que esperamos para las futuras generaciones.
Y de dónde partimos…? Es un buen interrogante… Intentaremos contestarlo éste miércoles primero de agosto a las tres de la tarde, en la casa de Sandra Inés Castellanos, en Chía.
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