Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2010

La cultura del terror /2

La extorsión, el insulto, la amenaza, el coscorrón, la bofetada, la paliza, el azote, el cuarto oscuro, la ducha helada, el ayuno obligatorio, la comida obligatoria, la prohibición de salir, la prohibición de decir lo que se piensa, la prohibición de hacer lo que se siente y la humillación pública son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo. - Los derechos humanos tendrían que empezar por casa – me comenta, en Chile, Andrés Domínguez. pg.107 El Libro de los Abrazos . Eduardo Galeano.

El Mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. - El mundo es eso - reveló - Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear y quien se acerca, se enciende. Tomado del Libro de los Abrazos de Eduardo Galeano

Parece un chiste

QUE TRISTEZA Relato: La semana pasada compré un producto que costó $15.800.  Le di a la cajera $20.000 y busqué en el bolsillo $800 para evitar recibir más monedas.  La cajera tomó el dinero y se quedó mirando la máquina registradora, aparentemente sin saber que hacer.  Intenté explicarle que ella tenía que darme $5.000 de cambio, pero ella no se convenció y llamó al gerente para que la ayudara.  Tenía lágrimas en sus ojos mientras que el gerente intentaba explicarle y ella aparentemente continuaba sin entender. ¿ Por qué les estoy contando ésto? Porque me di cuenta de la evolución de la enseñanza desde 1950 y de las condiciones actuales que se manejan en muchas escuelas públicas y peor en las privadas, tanto en el ámbito académico como en el trato a los alumnos, (ahora los mocosos, aparte de inoperantes son "intocables", aportando las instituciones educativas generaciones déspotas y nefastas a la sociedad) Vean cómo fue el cambio en el área matemática, los

pensándolos en domingo

Ortega y Gasset en Estudios sobre el amor...

La verdadera misión histórica de la hembra humana aparece sin claridad por olvidarse que la mujer no es la esposa; ni es la madre, ni es la hermana, ni es la hija. Todas estas cosas son precipitados que da la feminidad, formas que la mujer adopta cuando deja de serlo o todavía no lo es. Sin duda, quedaría el universo pavorosamente mutilado si de él se eliminasen esas maravillosas potencias de espiritualidad que son la esposa, la madre, la hermana y la hija -de tal modo venerables y exquisitas, que parece imposible hallar nada superior-. Mas es forzoso decir que con ellas no están completas las categorías de la feminidad y que ellas son inferiores y secundarias si se emparejan con lo que es la mujer cuando es mujer y nada más. Cada una de esas advocaciones del ser femenino se diferencia de las restantes y se define por su oficio eficaz. Nadie ignora lo que es ser madre y esposa, hermana o hija. Pues bien, ese cuádruple oficio conmovedor no existiría si la hembra humana no fuese además -

mucho trabajo (por eso el silencio)