Ir al contenido principal

El descontrol del deseo

Cuando el tipo de sociedad en que vivimos degradó hace ya rato el trabajo en simple empleo, uno no puede sorprenderse de los bajos salarios ni de la excesiva diferencia entre quienes reciben los más altos y los que tienen que contentarse con los más bajos. Porque el problema es doble: bajos salarios y una desigualdad excesiva entre los que ganan más y aquellos que ganan menos. Como tampoco tendría que sorprendernos que si la educación superior viene reduciéndose a mera capacitación, esto es, a precalentamiento laboral con vistas a la obtención de puestos de trabajo, los jóvenes afronten hoy su paso por la universidad no como oportunidad para formarse en un saber cualquiera, sino como posibilidad de tramitar un título en el menor tiempo y con las más bajas exigencias, de manera de salir cuanto antes al mercado ocupacional y comenzar un ejercicio profesional que les facilite en corto tiempo la posesión de todo cuanto ansían para ser felices.

Tomado de aquí.

Por favor léanse completo el post de Agustin Squella, interesante...me sentí muy identificada. A eso, supongo yo, es que pretendo hacerle resistencia...no es nada fácil...todos te caen por un helado que te comés en McDonalds, pero no se fijan en lo retardataria que es su vida...A mi me llegó la treintanez y sigo pensando igual...qué sera?

Comentarios

Alida dijo…
Hola,

Que bueno que me mandaste tu blog. Que placer conocerte.

Y como disfruto de leer en espanol. (Aunque me demoro mas y a veces tengo que leer dos o tres veces para agarrar la onda!)

Pronto te hago mas comentarios.

Entradas más populares de este blog

Carta a Nancy (y a tod@s los que dudan si escolarizar o no)

Hola Nancy, No te conozco sino a través de la confianza de Angélica, así que voy a escribirte como si te conociera.  Nuestra familia se desescolarizó años antes de que naciera nuestra primera hija, Rosario. Es más, una de las razones por las que me consideré "compatible" con el padre de mis hijos para crear un experimento de pareja, fue la sospecha y el desasosiego que nos producía la escolarización.  Pero...una cosa es cómo te imaginas la cotidianidad desescolarizada, y otra un poco distinta como es (todo en la vida es así no?). De todas maneras era muy claro, por muchas razones, que no queríamos darle a nuestrs hijos ni la educación elitista y blanca que no podíamos (ni queríamos) pagar de los colegios considerados "excelentes" (yo misma me gradué de uno de esos); ni la educación de obrero raso que nos ofrecía la educación pública. (Nota al margen a propósito de esto. Si esta diferencia es notoria en Bogotá, no se imaginan Cartagena. La educación pública aquí es ....

Sobre religión, espiritualidad y otras cositas

Ultimamente pienso mucho en la educación religiosa de mis hijos. Vengo de una familia particular en este aspecto. Bisabuelo escéptico, bisabuela beata, tío bisabuelo masón y 3 tías bisabuelas espiritistas. Abuelos católicos 3 y ateo el 4to. Papás confundidos, aún. Mi papá ha pasado, y me paseó, por todas las religiones imaginables, desde hare krishna hasta judíos cristianos, y todo lo intermedio, una verdadera pedagogía de la creencia. Mi mamá peca y reza, y se echa la bendición, y respeta los curas, y nunca va a misa, pero a veces sí, y cuando va comulga. Y entonces sigo yo. Fui criada catolica por mi abuela. De niña, odiaba ir a misa, me daba una pereza infinita pero me tocaba. Durante toda mi adolescencia tuve la fortuna de pertenecer a un grupo católico llamado AJAM que, tengo que admitir, me hizo quien soy junto con el colegio. Otras formaciones posteriores sumaron, pero las estructuras de mi formación sin duda son dos pilares: AJAM y el CNG. Tengo un amigo que dice que...

If- Rudyard Kipling (traduccion libre al español)

If -Rudyard Kipling If you can keep your head when all about you Are losing theirs and blaming it on you, If you can trust yourself when all men doubt you, But make allowance for their doubting too; If you can wait and not be tired by waiting, Or being lied about, don’t deal in lies, Or being hated, don’t give way to hating, And yet don’t look too good, nor talk too wise: If you can dream—and not make dreams your master; If you can think—and not make thoughts your aim; If you can meet with Triumph and Disaster And treat those two impostors just the same; If you can bear to hear the truth you’ve spoken Twisted by knaves to make a trap for fools, Or watch the things you gave your life to, broken, And stoop and build ’em up with worn-out tools: If you can make one heap of all your winnings And risk it on one turn of pitch-and-toss, And lose, and start again at your beginnings And never breathe a word about your loss; If you can force your heart and nerve and sinew To serve your turn long ...