hablo en un día clásico en el que "todo me ha salido mal". Es decir, nada me ha salido mal, pero mi energía frente a las cosas está débil, así como mi voluntad y mi fuerza.
Hoy amaneció nublado. Me duele mucho el cuello y aunque los resultados me los debían dar hoy los atrasaron hasta el martes. Me está saliendo un gran orsuelo y tengo un dedo, justo el índice derecho malherido, entonces todo lo que toco me recuerda que me duele. Tengo bajas las defensas. Me pasa cuando "me debilito". He aprendido a gobernar mis reglas, y ahora sé que la semana antes de que me llegue me pongo irritable, y durante el tiempo que me llega me pongo triste, sufro un bajón fuerte energético y emocional. Antes no lo entendía bien, mis ciclos no existían, eran impredecibles. Ahora esto mucho más conectada con mis hormonas, con el ritmo natural de mi cuerpo para renovar su energía y simplemente no peleo. Mucho lo aprendí de aquí:
Bueno, pero me desvié...sigamos. Ayer quise hablar de nuevo con alguien a quien extraño demasiado, y en quien siempre pienso en mi bajón del mes. Se portó como se porta siempre, así que no hay variación pero, como la extraño, pues me puse triste (digamos más triste) y rabiosa (más rabiosa). No dormí bien, mi cuello no respondió bien a su examen... esta mañana he estado acalorada, intranquila, frágil...tengo pocos cólicos, pero me siento mal en general. Y eso no es común. Tuve hasta un ataque de celos! Pero como dice el hombre que amo: Soy humana. Una vez al mes estos estados me lo recuerdan. No puedo todo sola, sobre todo porque no quiero todo sola.
Y es en estos días en que recuerdo precisamente que amar no se trata solo de compartir lo bello y lo perfecto, no es solo la aventura y la diferencia lo que nos hace querernos de verdad. Lo que define la naturaleza del amor, de verdad verdad, es su capacidad de aceptar al otro como viene, sobre todo sus defectos. De entender que escogés un conjunto de defectos para amar, y tal vez para limar, pero no para cambiar, porque no podemos. Que el enamorarse implica ceder en eso que no te gusta porque el otro cede en algo que no le gusta de ti tampoco. Y además, pasan bonitos los buenos momentos. Me entienden?
Y pienso que somos muy duros siempre con las cosas que queremos cambiar. Cartagena es buen ejemplo, si no logramos tener una perspectiva más bonita HASTA DE LOS DEFECTOS, esta mirada pesimista, defectuosa y oscura, no va a permitir que la saquemos adelante. DE la misma forma, si no se nos permite hacer visibles nuestras bellezas a pesar de nuestras vergüenzas, solo seremos seres horribles, oscuros, dolidos y rabiosos.
Y hoy ademas, se varó el carro de Eduardo, y los chicos no pudieron ir a Karate. Marta no vino, y puesss..."todo salio mal". Pero yo, yo me vi esto y pensé...si fuéramos más generosos hasta con lo malo. Más generosos en los juicios y las opiniones que tienen de nosotros, en dar el espacio suficiente a los otros para cambiar y dejarnos cambiar también.
Lástima. Hay ortodoxias que no dejan. Otros optimistas, que como yo, damos siempre otra oportunidad. Porque tenemos fe en el cambio y en la posibilidad, así caigamos de nuevo.
Hoy seguiré triste y acostadita, esperando a ver si alguien viene a consentirme, y consintiéndome yo. Es solo una parte de mi. Por fortuna.
Hoy amaneció nublado. Me duele mucho el cuello y aunque los resultados me los debían dar hoy los atrasaron hasta el martes. Me está saliendo un gran orsuelo y tengo un dedo, justo el índice derecho malherido, entonces todo lo que toco me recuerda que me duele. Tengo bajas las defensas. Me pasa cuando "me debilito". He aprendido a gobernar mis reglas, y ahora sé que la semana antes de que me llegue me pongo irritable, y durante el tiempo que me llega me pongo triste, sufro un bajón fuerte energético y emocional. Antes no lo entendía bien, mis ciclos no existían, eran impredecibles. Ahora esto mucho más conectada con mis hormonas, con el ritmo natural de mi cuerpo para renovar su energía y simplemente no peleo. Mucho lo aprendí de aquí:
Bueno, pero me desvié...sigamos. Ayer quise hablar de nuevo con alguien a quien extraño demasiado, y en quien siempre pienso en mi bajón del mes. Se portó como se porta siempre, así que no hay variación pero, como la extraño, pues me puse triste (digamos más triste) y rabiosa (más rabiosa). No dormí bien, mi cuello no respondió bien a su examen... esta mañana he estado acalorada, intranquila, frágil...tengo pocos cólicos, pero me siento mal en general. Y eso no es común. Tuve hasta un ataque de celos! Pero como dice el hombre que amo: Soy humana. Una vez al mes estos estados me lo recuerdan. No puedo todo sola, sobre todo porque no quiero todo sola.
Y es en estos días en que recuerdo precisamente que amar no se trata solo de compartir lo bello y lo perfecto, no es solo la aventura y la diferencia lo que nos hace querernos de verdad. Lo que define la naturaleza del amor, de verdad verdad, es su capacidad de aceptar al otro como viene, sobre todo sus defectos. De entender que escogés un conjunto de defectos para amar, y tal vez para limar, pero no para cambiar, porque no podemos. Que el enamorarse implica ceder en eso que no te gusta porque el otro cede en algo que no le gusta de ti tampoco. Y además, pasan bonitos los buenos momentos. Me entienden?
Y pienso que somos muy duros siempre con las cosas que queremos cambiar. Cartagena es buen ejemplo, si no logramos tener una perspectiva más bonita HASTA DE LOS DEFECTOS, esta mirada pesimista, defectuosa y oscura, no va a permitir que la saquemos adelante. DE la misma forma, si no se nos permite hacer visibles nuestras bellezas a pesar de nuestras vergüenzas, solo seremos seres horribles, oscuros, dolidos y rabiosos.
Y hoy ademas, se varó el carro de Eduardo, y los chicos no pudieron ir a Karate. Marta no vino, y puesss..."todo salio mal". Pero yo, yo me vi esto y pensé...si fuéramos más generosos hasta con lo malo. Más generosos en los juicios y las opiniones que tienen de nosotros, en dar el espacio suficiente a los otros para cambiar y dejarnos cambiar también.
Lástima. Hay ortodoxias que no dejan. Otros optimistas, que como yo, damos siempre otra oportunidad. Porque tenemos fe en el cambio y en la posibilidad, así caigamos de nuevo.
Hoy seguiré triste y acostadita, esperando a ver si alguien viene a consentirme, y consintiéndome yo. Es solo una parte de mi. Por fortuna.
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