Ir al contenido principal

Por qué abrí con amig@s nuestra propia Fundación

1. porque la comunidad no son sus "líderes" (ojalá lo fueran, un lider se prueba por sus resultados, si las comunidades llevan "así" toda la vida, algo pasa con el líder, no creen?)
2. porque usualmente lo comunitario se construye EN LO CONCRETO. En el cuidado de los niñ@s, en la construcción de pequeñas obras y en su mantenimiento, en los eventos....
3. porque no nos hablemos mierda, son las mujeres las que hacen las cosas mientras los hombres hablan. Tiene excepciones esta regla, pero va.
4. porque no nos gusta imponer nuestra agenda a las comunidades. Respetamos las prioridades y ritmos de ellas mismas. No presentamos proyectos para recibir financiación sino que nos financiamos con crowdfunding, para podernos dar este lujo. Es mas lento y mas dificil pero tiene impacto verdadero. Medible. MAs detalles aqui.
5. porque trabajamos en esto, pagos o voluntarios, porque nos GUSTA, no nos toca. Lo ahcemos con pasión, lo hacemos bien, y por compromiso AFECTIVO con la gente con la que trabajamos.
6. porque necesitaba hacer homeschooling a mi manera, y no tener que consultar con jefes si mis hijos participan en las actividades de la fundación o no. ROsario hasta contabilidad ha hecho. Rodri, ya pronto.
7. porque me llena de orgullo decir esta frase cada vez que presento FEM ante una comunidad:

"no les vamos a pedir plata nunca, ni les vamos a dar plata nunca. Tampoco esperen de nosotros mercaditos, juguetes de plástico para los niños en navidad,  ni colchones. Venimos es a que pensemos juntos cómo resolver las cosas, para podernos ir a otra comunidad cuando las cosas aquí estén resueltas. Tenemos mucho trabajo. Hay muchas comunidades que necesitan descubrir qué quieren y cómo lograrlo. Ah! Y tampoco esperen que les hablemos nunca de ningún político. No pertenecemos sino a nosotr@s mism@s."

He dicho.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

LA RIQUEZA ESCONDIDA por William Ospina

Hace unos cuatro años tuve la oportunidad de visitar la India. Ya de regreso, alguien me preguntó si no me había impresionado mucho la pobreza, y no pude recordar si había visto pobres en la India. Por supuesto, vi innumerables personas que carecen de muchas cosas, pero me pareció que no había pobreza en los términos en que nosotros la conocemos aquí. Hay mendigos, hay incluso personas que pertenecen a la casta de los intocables, que son discriminados por los demás y sólo pueden ejercer los oficios más humildes. Pero por el curioso orden mental que allá impera, no hay nadie que esté despojado de un lugar en el cosmos, todo el mundo tiene una explicación filosófica y trascendental sobre su situación, y entiende o cree entender el puesto que el ha tocado en el universo. Tal vez por eso pocos se rebelan contra su situación. Al cabo de un determinado número de reencarnaciones tendrán aquello de lo que ahora carecen, o mejor aún, acaso logren escapar a la rueda de las transmigraciones e in

Que horror!!!!!!!!!!!!!

Tomado de El Espectador sábado, 09 de junio de 2007 En la enfermería del Colegio Nueva Granada de Bogotá, uno de los más prestantes de la ciudad, se repite la misma escena: una fila de alumnos de bachillerato aguarda con un recipiente de plástico en la mano, en el que antes han escupido, a que la enfermera deslice una tirilla de papel. Si la tirilla permanece blanca, los estudiantes suspiran y regresan tranquilos a su salón de clase. En cambio, si la tirilla se torna azul, el alumno debe someterse a un segundo examen, esta vez de orina, para descartar o confirmar definitivamente si ha consumido alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva. Se trata de las polémicas pruebas antidopaje que en los últimos años saltaron de las competencias atléticas a los cuerpos de policía, a las empresas y ahora irrumpen en los salones de clase. En países como Estados Unidos, México o Inglaterra esta práctica ha provocado agitadas discusiones entre quienes defienden su efectividad para poner freno

Ya nadie visita la tumba de Louis Althusser por Pablo Pineau

(Creo que es un poco vanidoso considerarme amiga de Pablo, pero en fin.... mi amigo Pablo me lo dejó publicar en el blog) La cita estaba acordada hacia poco más de un año. Esa vez, como la charla con quien sería mi guía había derivado a su formación en la Ecole Normale Superieure, le pregunté por Althusser. Comenzó con un: ”Fue un gran maestro de mi generación, pero ya nadie lo recuerda”. Hasta ahí, todo era esperable; pero su remate con un “Como yo soy campesina y me gusta visitar a mis muertos, cada tanto le llevo flores” nos ubicó en otro registro. Me habló entonces de un cementerio de suburbio y de una lápida casi sin datos. Le propuse acompañarla, y aceptó generosa y gentilmente. Quedamos en ir juntos la próxima vez que yo volviera por allí, lo que sucedió este febrero. Camino al encuentro, traté de acordarme cuándo había tenido referencias de Althusser por primera vez. El ejercicio me llevó a un hospital en Bolivia, en un viaje iniciático de mis dieciocho años, durante la primave