Ir al contenido principal

la pertinencia de la huerta 2: el otro lado de la historia


UY....y me atrevo a editar apartados del articulo completo que hoy, junto con el post sobre la noticia de EL TIEMPO, también me dejó atónita, aunque menos desde que conocí el nuevo Carrefour de Soacha (gigantesco en la zona periférica más deprimida de la ciudad):


EN ESPAÑA:


 Siete empresas controlan tres de cada cuatro alimentos que compramos.
 Cinco empresas controlan 1 de cada 2.
 Una empresa (Carrefour) controla 1 de cada 4 alimentos que compramos.



Para el año 2001 el precio medio unitario de hortalizas frescas vendidas en
tiendas tradicionales fue de 1,17 €/kg frente a 1,24 €/kg en supermercados, es decir un 7%
superior, y de 1,39 €/kg en los hipermercados, que equivale a un 19 % mayor que en las
fruterías. Estos datos coinciden con otros de COAG donde se indica que las grandes
superficies presenta unos precios superiores en un 19% a la media en frutas y hortalizas.4
A todo ello debemos sumar otra variante y es el consumismo que potencian estos
establecimientos fomentando la compra compulsiva: 2 de cada 10 consumidores reconocen
gastar más dinero del previsto al adquirir siempre algún producto que no tenían pensado
comprar. Las adquisiciones por impulso tienen una importancia vital para estas
corporaciones.



En los últimos 16 años, se han perdido 11 tiendas tradicionales al día. Paralelamente, en España,
han desaparecido casi 10 explotaciones agrarias, cada día.



Los supermercados son los templos de la uniformidad. El número de referencias
ofertadas varía de entre las 1.000 de algunos discounts hasta las más de 40.000 de los
hipermercados, pero la mayor parte de esas referencias en realidad pertenecen a menos de
10 corporaciones agroalimentarias.


Comentarios

Anónimo dijo…
hola niña, bonita tu cebolla esta morada y tu azul aqui te dejo tu correo boba.com chaooooooooooooooooo

Entradas más populares de este blog

Carta a Nancy (y a tod@s los que dudan si escolarizar o no)

Hola Nancy, No te conozco sino a través de la confianza de Angélica, así que voy a escribirte como si te conociera.  Nuestra familia se desescolarizó años antes de que naciera nuestra primera hija, Rosario. Es más, una de las razones por las que me consideré "compatible" con el padre de mis hijos para crear un experimento de pareja, fue la sospecha y el desasosiego que nos producía la escolarización.  Pero...una cosa es cómo te imaginas la cotidianidad desescolarizada, y otra un poco distinta como es (todo en la vida es así no?). De todas maneras era muy claro, por muchas razones, que no queríamos darle a nuestrs hijos ni la educación elitista y blanca que no podíamos (ni queríamos) pagar de los colegios considerados "excelentes" (yo misma me gradué de uno de esos); ni la educación de obrero raso que nos ofrecía la educación pública. (Nota al margen a propósito de esto. Si esta diferencia es notoria en Bogotá, no se imaginan Cartagena. La educación pública aquí es ....

Sobre religión, espiritualidad y otras cositas

Ultimamente pienso mucho en la educación religiosa de mis hijos. Vengo de una familia particular en este aspecto. Bisabuelo escéptico, bisabuela beata, tío bisabuelo masón y 3 tías bisabuelas espiritistas. Abuelos católicos 3 y ateo el 4to. Papás confundidos, aún. Mi papá ha pasado, y me paseó, por todas las religiones imaginables, desde hare krishna hasta judíos cristianos, y todo lo intermedio, una verdadera pedagogía de la creencia. Mi mamá peca y reza, y se echa la bendición, y respeta los curas, y nunca va a misa, pero a veces sí, y cuando va comulga. Y entonces sigo yo. Fui criada catolica por mi abuela. De niña, odiaba ir a misa, me daba una pereza infinita pero me tocaba. Durante toda mi adolescencia tuve la fortuna de pertenecer a un grupo católico llamado AJAM que, tengo que admitir, me hizo quien soy junto con el colegio. Otras formaciones posteriores sumaron, pero las estructuras de mi formación sin duda son dos pilares: AJAM y el CNG. Tengo un amigo que dice que...

If- Rudyard Kipling (traduccion libre al español)

If -Rudyard Kipling If you can keep your head when all about you Are losing theirs and blaming it on you, If you can trust yourself when all men doubt you, But make allowance for their doubting too; If you can wait and not be tired by waiting, Or being lied about, don’t deal in lies, Or being hated, don’t give way to hating, And yet don’t look too good, nor talk too wise: If you can dream—and not make dreams your master; If you can think—and not make thoughts your aim; If you can meet with Triumph and Disaster And treat those two impostors just the same; If you can bear to hear the truth you’ve spoken Twisted by knaves to make a trap for fools, Or watch the things you gave your life to, broken, And stoop and build ’em up with worn-out tools: If you can make one heap of all your winnings And risk it on one turn of pitch-and-toss, And lose, and start again at your beginnings And never breathe a word about your loss; If you can force your heart and nerve and sinew To serve your turn long ...