Ir al contenido principal

Solsticio de verano

He tenido gran pérdida y gran ganancia. Hace rato no hablo de mis hijos aquí que se supone hablo de ellos. Rosario ha madurado con una mezcla de inocencia y consideración que admiro profundamente. Es muy sensible, pero no es débil. Se impone a veces incluso por la fuerza. Tiene caracter y suavidad. Si me lo preguntan es una mujer completa y cuando su cuerpo y su espíritu crezcan será tan inmensa que difícilmente cabrá en las mentes exiguas de mundo que nos rodea. He construido una superioridad con la desescolarización, lo reconozco. No es bueno. Pero tampoco es malo. Mis hijos son claramente distintos  a los niños masificados, su autenticidad a la vez una amenaza y una belleza.

Rodrigo es temperamental. Dulce. Con él trabajo no se ha hecho completo, aún se nota. A él, insisto, le ha tocado diferente. Y yo no he tenido las condiciones para mejorar la situación. Pero ahora que es más grande, es necesario dotarlo de sus propias libertades, que se explore y que se asuma...y hay que equipara oportunidades pedagógicas a las que tuvo Rosario. Es mi propósito.

Perdí en estos días una relación importante. Y digo perdí porque aún se encuentra en ese limbo doloroso en el que el revolcón de los sentimientos te rompe y te confunde. Pero gané en que con honestidad, había que romper el ciclo de dependencia y destrucción. Y eso toma coraje y duele y desgasta. Pero se necesita. Era una relación en la que aprendí a esconderme de mi misma para protegerme, pero eso no se puede hacer,  porque tu sabes siempre donde estas.

Y por perder gané. Hoy tuve el privilegio de ser sanada por una mujer maravillosa que con solo palabras en la distancia, actuó con tal integridad y tanto amor que fui saciada de esa necesidad de búsqueda. Es claro que los amigos no faltan nunca. así no estén. Esa es la definición de la palabra.

Estoy tocando fondo. Encuentro mis cenizas. Ni mis ojos operan ya como brasas. Todo está apagado. Pero hasta que muera, ese fondo será siempre un lugar para tomar impulso y ascender. Caeré más? Tal vez. Pero no tengo miedo.

Comentarios

Anónimo dijo…
Tu puedes, y eres una mujer maravillosa , sácate la piel que no es tuya...

Entradas más populares de este blog

LA RIQUEZA ESCONDIDA por William Ospina

Hace unos cuatro años tuve la oportunidad de visitar la India. Ya de regreso, alguien me preguntó si no me había impresionado mucho la pobreza, y no pude recordar si había visto pobres en la India. Por supuesto, vi innumerables personas que carecen de muchas cosas, pero me pareció que no había pobreza en los términos en que nosotros la conocemos aquí. Hay mendigos, hay incluso personas que pertenecen a la casta de los intocables, que son discriminados por los demás y sólo pueden ejercer los oficios más humildes. Pero por el curioso orden mental que allá impera, no hay nadie que esté despojado de un lugar en el cosmos, todo el mundo tiene una explicación filosófica y trascendental sobre su situación, y entiende o cree entender el puesto que el ha tocado en el universo. Tal vez por eso pocos se rebelan contra su situación. Al cabo de un determinado número de reencarnaciones tendrán aquello de lo que ahora carecen, o mejor aún, acaso logren escapar a la rueda de las transmigraciones e in

Que horror!!!!!!!!!!!!!

Tomado de El Espectador sábado, 09 de junio de 2007 En la enfermería del Colegio Nueva Granada de Bogotá, uno de los más prestantes de la ciudad, se repite la misma escena: una fila de alumnos de bachillerato aguarda con un recipiente de plástico en la mano, en el que antes han escupido, a que la enfermera deslice una tirilla de papel. Si la tirilla permanece blanca, los estudiantes suspiran y regresan tranquilos a su salón de clase. En cambio, si la tirilla se torna azul, el alumno debe someterse a un segundo examen, esta vez de orina, para descartar o confirmar definitivamente si ha consumido alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva. Se trata de las polémicas pruebas antidopaje que en los últimos años saltaron de las competencias atléticas a los cuerpos de policía, a las empresas y ahora irrumpen en los salones de clase. En países como Estados Unidos, México o Inglaterra esta práctica ha provocado agitadas discusiones entre quienes defienden su efectividad para poner freno

Este día de la madre es el que soñe

Quise tener a mis hijos joven para llegar un día a esta realidad: que mi hija tuviera 15 y yo 40. Me parece una diferencia sensata, y me permite vivir una buena parte de mi propia vida, mientras la veo extender las alas de la suya. Y por fin llegó este anhelo. Y con él, la certeza de que el nido que construyen con uno es una condición temporal, finita y pequeña donde lo que les enseñamos es a ser, nunca a pensar ni a vivir. Eso lo deciden ellos mismos.