Ir al contenido principal

Necesito contarles

LLevo dos semanas en una búsqueda, cada vez más urgente de un lugar para vivir. Me presiona, más que cualquier cosa, la necesidad de cercanía con mis hijos, y una idea intensa de que quiero que vivan en un lugar que los haga felices a ELLOS, ya que pasarán allí gran parte de su tiempo. POr eso me he decidido por el centro, y por un lugar sin amoblar. Para hacerlo mío. Para que cuando yo tenga que ir al trabajo ellos tenga a 4 cuadras los museos, las bibliotecas, las murallas, los balcones, las palomas...

los helados...

La universidad de Yuli, la matuna, los cachivaches, los olores, los idiomas, las bellezas...

Cartagena es linda en muchos sentidos...

Pero caray...hay gente que no quiere niños en los apartamentos, hay apartamtenos preciosos inhabitables con niños (lo cual me ha causado un gran dolor entre lo que pudiera ser y no soy).

Esta sociedad está cada vez más rota de los pequeñitos. Quisiera una piscina...un balcón...unos cuartos de colores, unos muebles planos, para que sean ellos los que estén más a gusto...

Seguiré buscando de la mano de mi amiga, de las increibles, mariale...alias mi credicontado. Y su nuevo y bellísimo apartamento.

Comentarios

Anónimo dijo…
hola ana maria como andas espero y puedas encontrar ese apartamento que tanto anhelas a mi tambien me gustaria para poder ver a estos pequeños angelitos que son rodri y rochi que en verdad han marcado mi vida los quiero mucho a pesar de la distancia su amiguita que tanto los quiere y los estraña desde cacaratagena yuli herrera un beso inmenso que los cubra de pies a cabeza

Entradas más populares de este blog

LA RIQUEZA ESCONDIDA por William Ospina

Hace unos cuatro años tuve la oportunidad de visitar la India. Ya de regreso, alguien me preguntó si no me había impresionado mucho la pobreza, y no pude recordar si había visto pobres en la India. Por supuesto, vi innumerables personas que carecen de muchas cosas, pero me pareció que no había pobreza en los términos en que nosotros la conocemos aquí. Hay mendigos, hay incluso personas que pertenecen a la casta de los intocables, que son discriminados por los demás y sólo pueden ejercer los oficios más humildes. Pero por el curioso orden mental que allá impera, no hay nadie que esté despojado de un lugar en el cosmos, todo el mundo tiene una explicación filosófica y trascendental sobre su situación, y entiende o cree entender el puesto que el ha tocado en el universo. Tal vez por eso pocos se rebelan contra su situación. Al cabo de un determinado número de reencarnaciones tendrán aquello de lo que ahora carecen, o mejor aún, acaso logren escapar a la rueda de las transmigraciones e in

Que horror!!!!!!!!!!!!!

Tomado de El Espectador sábado, 09 de junio de 2007 En la enfermería del Colegio Nueva Granada de Bogotá, uno de los más prestantes de la ciudad, se repite la misma escena: una fila de alumnos de bachillerato aguarda con un recipiente de plástico en la mano, en el que antes han escupido, a que la enfermera deslice una tirilla de papel. Si la tirilla permanece blanca, los estudiantes suspiran y regresan tranquilos a su salón de clase. En cambio, si la tirilla se torna azul, el alumno debe someterse a un segundo examen, esta vez de orina, para descartar o confirmar definitivamente si ha consumido alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva. Se trata de las polémicas pruebas antidopaje que en los últimos años saltaron de las competencias atléticas a los cuerpos de policía, a las empresas y ahora irrumpen en los salones de clase. En países como Estados Unidos, México o Inglaterra esta práctica ha provocado agitadas discusiones entre quienes defienden su efectividad para poner freno

Este día de la madre es el que soñe

Quise tener a mis hijos joven para llegar un día a esta realidad: que mi hija tuviera 15 y yo 40. Me parece una diferencia sensata, y me permite vivir una buena parte de mi propia vida, mientras la veo extender las alas de la suya. Y por fin llegó este anhelo. Y con él, la certeza de que el nido que construyen con uno es una condición temporal, finita y pequeña donde lo que les enseñamos es a ser, nunca a pensar ni a vivir. Eso lo deciden ellos mismos.