Ir al contenido principal

Noventa y nueve minutos

Esa es la cifra promedio que nos da cuando pensamos el tiempo que pasamos en el parque cada vez que vamos. Claro, hay días corticos que la cuenta apenas sobrepasa los nueve, y días que incluimos picnic y tales.


Hoy quiero hacer referencia al parque del Simón Bolivar, en Bogotá. Este nos ha dado muchas satisfacciones. El nivel de dificultad de los juegos es bien alt. Los chicos se esfuerzan mucho por alcanzar sus metas y papá se esfuerza también por encontrar el límite entre lo peligroso y lo emociante.


Rosario se sube con una agilidad maravillosa a todo. Tenemos un protocolo de pedir ayuda sólo en casos que realmente se amerite. Rodrigo, que no puede despegarse del piso como su hermana, grita constantemente que necesita ayuda. Pero Rosario al mismo tiempo disfruta y se evalúa sus límites y comprende que el hermanito menor aun necesita solidaridad y ayuda.

¿Qué hace que la niña sea naturalmente solidaria? ¿Será que puede determinar que el otro es su hermano.... y "le toca"? No se. Me aventuro a creer que los niños naturalmente son solidarios, pero cuando se encuentran en un ambiente de competencia y homogeneidad por el rasero más bajo restringen la candidez con la que dan su ayuda.

No veo ninguna foto panorámica del parque. Cuando regresemos la tomaré para mostrársela.

Bye!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Carta a Nancy (y a tod@s los que dudan si escolarizar o no)

Hola Nancy, No te conozco sino a través de la confianza de Angélica, así que voy a escribirte como si te conociera.  Nuestra familia se desescolarizó años antes de que naciera nuestra primera hija, Rosario. Es más, una de las razones por las que me consideré "compatible" con el padre de mis hijos para crear un experimento de pareja, fue la sospecha y el desasosiego que nos producía la escolarización.  Pero...una cosa es cómo te imaginas la cotidianidad desescolarizada, y otra un poco distinta como es (todo en la vida es así no?). De todas maneras era muy claro, por muchas razones, que no queríamos darle a nuestrs hijos ni la educación elitista y blanca que no podíamos (ni queríamos) pagar de los colegios considerados "excelentes" (yo misma me gradué de uno de esos); ni la educación de obrero raso que nos ofrecía la educación pública. (Nota al margen a propósito de esto. Si esta diferencia es notoria en Bogotá, no se imaginan Cartagena. La educación pública aquí es ....

Que horror!!!!!!!!!!!!!

Tomado de El Espectador sábado, 09 de junio de 2007 En la enfermería del Colegio Nueva Granada de Bogotá, uno de los más prestantes de la ciudad, se repite la misma escena: una fila de alumnos de bachillerato aguarda con un recipiente de plástico en la mano, en el que antes han escupido, a que la enfermera deslice una tirilla de papel. Si la tirilla permanece blanca, los estudiantes suspiran y regresan tranquilos a su salón de clase. En cambio, si la tirilla se torna azul, el alumno debe someterse a un segundo examen, esta vez de orina, para descartar o confirmar definitivamente si ha consumido alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva. Se trata de las polémicas pruebas antidopaje que en los últimos años saltaron de las competencias atléticas a los cuerpos de policía, a las empresas y ahora irrumpen en los salones de clase. En países como Estados Unidos, México o Inglaterra esta práctica ha provocado agitadas discusiones entre quienes defienden su efectividad para poner freno...

If- Rudyard Kipling (traduccion libre al español)

If -Rudyard Kipling If you can keep your head when all about you Are losing theirs and blaming it on you, If you can trust yourself when all men doubt you, But make allowance for their doubting too; If you can wait and not be tired by waiting, Or being lied about, don’t deal in lies, Or being hated, don’t give way to hating, And yet don’t look too good, nor talk too wise: If you can dream—and not make dreams your master; If you can think—and not make thoughts your aim; If you can meet with Triumph and Disaster And treat those two impostors just the same; If you can bear to hear the truth you’ve spoken Twisted by knaves to make a trap for fools, Or watch the things you gave your life to, broken, And stoop and build ’em up with worn-out tools: If you can make one heap of all your winnings And risk it on one turn of pitch-and-toss, And lose, and start again at your beginnings And never breathe a word about your loss; If you can force your heart and nerve and sinew To serve your turn long ...