Ir al contenido principal

Homeschooling, unschooling y conversaciones con mis amigas

Ayer vino una amiga. Tiene un hijo brillante y amoroso, uno de los mejores amigos de juego de Rosi, desde que llegamos acá. No quiere someter a su hijo a la presión negativa de la superficialidad y la unanimidad de la educación privada. Su hijo tiene vergüenza de su casa (hermosísima) en Getsemaní. Sólo porque no es el estándar de loft minimalista (me imagino). Y supongo, si interpreto sus terrores a través de los míos a su edad, que es ofendido si no viste la marca correcta, si no dice la palabra correcta, si no va al sitio correcto, y si no actúa de la forma correcta. Qué asco. Dura uno años de la vida dándose cuenta que la única forma correcta de ser es la que uno ha dictado para sí mismo, ojalá, basándose en un ética personal que exija algo de coherencia entre acciones, pensamientos y palabras. Años.

Con este pela'o, yo he tenido conversaciones importantísimas. A mi me gustan las conversaciones inteligentes con los niñ@s, son tan útiles para descentrarse. Él ha participado en algunas. Igual que otro vecinito, negro, con quien solemos hablar de Mandela, de Luther King, sobre todo en clave de para qué nos sirven ahora sus discursos y sus acciones. Cómo nos tocan en la vida actual.

Solía leer a Brunner en la maestría. Es la ultraderecha educativa, pero me temo que en esta entrevista tiene mucha razón. MUCHA. Parte de la conversación con la mamá era que era posible que metiéramos a los chicos al colegio de la cuadra, una institución pública que califica relativamente bien en el icfes (jajajaja). Y el terror que nos daba entonces era que olvidaran las maneras pacíficas, cómo comunicarse sin pelear, el español correcto (mi amiga es filóloga, y saben, tiene razón, aquí se habla deliberadamente muy feo...y no me refiero al acento, ese es lindísimo). MEter a los hijos a la pública es...someterlos a la otra discriminación. La discriminación del inteligente, del que le gusta estudiar, y del "rico". O sea del diferente. Ni ella ni yo somos ricas, LEJOOOOOOOOS....pero ella, casada con un francés y yo con una camioneta, representamos el imaginario del poder económico.

Yo me sigo declarando en mitad del sanduich. No quiero hijos rechazados, pero sobre todo, no quiero hijos rechazaDORES. Me llenan de orgullo hoy 3 competencias que ellos tienen de las que yo carezco y que me cuestan esfuerzo todo el tiempo: 1. entender que mis acciones causan reguero y saber que yo misma debo recogerlo (suena tonto pero correlaciona con cargar el propio peso hoy y en el futuro); 2. no juzgar a la gente sino por cómo es con uno, nada de marcas ni posición socio economica, ni nada de eso...es decir, reducir al mínimo los prejuicios: 3. amar sin esperar que el otro cambie para hacerlo.

Ya con eso valió la pena ser homeschooling. SI además leen y suman, y cocinan y se hacen microempresarios...la sacamos del estadio. No creen?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Carta a Nancy (y a tod@s los que dudan si escolarizar o no)

Hola Nancy, No te conozco sino a través de la confianza de Angélica, así que voy a escribirte como si te conociera.  Nuestra familia se desescolarizó años antes de que naciera nuestra primera hija, Rosario. Es más, una de las razones por las que me consideré "compatible" con el padre de mis hijos para crear un experimento de pareja, fue la sospecha y el desasosiego que nos producía la escolarización.  Pero...una cosa es cómo te imaginas la cotidianidad desescolarizada, y otra un poco distinta como es (todo en la vida es así no?). De todas maneras era muy claro, por muchas razones, que no queríamos darle a nuestrs hijos ni la educación elitista y blanca que no podíamos (ni queríamos) pagar de los colegios considerados "excelentes" (yo misma me gradué de uno de esos); ni la educación de obrero raso que nos ofrecía la educación pública. (Nota al margen a propósito de esto. Si esta diferencia es notoria en Bogotá, no se imaginan Cartagena. La educación pública aquí es ....

Que horror!!!!!!!!!!!!!

Tomado de El Espectador sábado, 09 de junio de 2007 En la enfermería del Colegio Nueva Granada de Bogotá, uno de los más prestantes de la ciudad, se repite la misma escena: una fila de alumnos de bachillerato aguarda con un recipiente de plástico en la mano, en el que antes han escupido, a que la enfermera deslice una tirilla de papel. Si la tirilla permanece blanca, los estudiantes suspiran y regresan tranquilos a su salón de clase. En cambio, si la tirilla se torna azul, el alumno debe someterse a un segundo examen, esta vez de orina, para descartar o confirmar definitivamente si ha consumido alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva. Se trata de las polémicas pruebas antidopaje que en los últimos años saltaron de las competencias atléticas a los cuerpos de policía, a las empresas y ahora irrumpen en los salones de clase. En países como Estados Unidos, México o Inglaterra esta práctica ha provocado agitadas discusiones entre quienes defienden su efectividad para poner freno...

If- Rudyard Kipling (traduccion libre al español)

If -Rudyard Kipling If you can keep your head when all about you Are losing theirs and blaming it on you, If you can trust yourself when all men doubt you, But make allowance for their doubting too; If you can wait and not be tired by waiting, Or being lied about, don’t deal in lies, Or being hated, don’t give way to hating, And yet don’t look too good, nor talk too wise: If you can dream—and not make dreams your master; If you can think—and not make thoughts your aim; If you can meet with Triumph and Disaster And treat those two impostors just the same; If you can bear to hear the truth you’ve spoken Twisted by knaves to make a trap for fools, Or watch the things you gave your life to, broken, And stoop and build ’em up with worn-out tools: If you can make one heap of all your winnings And risk it on one turn of pitch-and-toss, And lose, and start again at your beginnings And never breathe a word about your loss; If you can force your heart and nerve and sinew To serve your turn long ...