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canas

no se si las tenía antes. lo que sí se es que hoy por primera vez entre el rosado, y con un tono muy especial de éste, por cierto, noté con precisión una larga cana. Siermpre pensaé que me asustarían... pero la verdad me encantó. Tal vez sea porque la vi justo después de haber tenido una conversación madura y sonriente con el hombre que amo, sobre temas de los que uno considera difíciles. Tal vez sea porque noto como cada vez más la relación con mi cuerpo se vuelve natural y armónica; mi responsabilidad con él se ha vuleto proporcional a mi sentido de la belleza.

Tal vez sea porque envejecer se trate de quererse.

Tal vez sea porque me están creciendo las uñas y las pasiones a la par, porque el brillo de mis ojos se debe a mi estado natural de energía y no a una coyuntura...

Me han encantado los 30s... he sufrido, cambiado, me he retado en todos los sentidos... He aprendido a quererme pero sin perder capacidad autocrítica. Y sí, soy exigente. Y a veces cruel. Y a veces es una fortuna mucho mejor que siempre...
Y a los cuarenta diré tal vez que logré ya no serlo más...

las canas son maravillosas.

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