Buenos, pues como mis actividades contribuyen y contribuirán significativamente a que la vida de mis hijos sea más plena, me voy a dar una escribidita rica de un paseo que hice este fin de semana. El viernes fue un día largo. Soporté mucho sol en una actividad y mucho estrés en una negociación que, aú hoy, no ha terminado. Cosas del trabajo... pero a las 4:30pm, antes de que me cayera implacable el pico y placa y--reconozco un poco de pereza de último momento por la llamada que me ubicó a 9 horas del punto de llegada-- salí pa Sincelejo. Pasé recogiendo a Martha para darle "el chance" para ir a ver a sus hermanos en Montería. MArtha es increíble compañía, piensa en todo: llevó brownies, gaseosas y agua. Yo, ni maleta; escasamente le dediqué 6 minutos a empacar algo en extremo desorden. En 3 horas exactas toque Sincelejo, aun cuando me fui por la "carretera de los buses". Las dos paradas de los policías (a nada, porque todo estaba en regla) desconcentraron a Martha
10 años de desescolarización, maternidad y feminismo(s)