Ir al contenido principal

Vidas paralelas

Este fin de semana estuvo intenso y divertido. Me hacen mucha falta los niños, pero mientras estoy aqui sin ellos procuro llenar mi vida de amigos, actividades y cosas para hacer y pensar. (Si no lo hiciera me habría enfermado). Y Cartagena, es sin lugar a duda, un sitio apto para no aburrirse.

El jueves en la noche me llamó la chiki: se le daño un plan a San Gil y se quedó sin "parche" (sin plan)...que si la recibo para el fin de semana...

Pues claro!

Y el jueves salí a comer con Juan y los demás, a ver la sucesión de música de las múltiples bandas del León.

Y llegué tan tarde...

Y el viernes se lanzaba un evento al que quería asistir...

y fui a 4 bares, corriendo para ver a Petrona, a Etelvina, a Totó, a los Gaiteros, a la orquestaza de Coronell, a los tamboreros de Cabildo, a Systema Solar... (googleen, les recomiendo mucho a todos). El formato del evento era chévere porque era un grupo en cada bar así que uno saltaba bares como en Madrid... 

Así fue hasta el domingo... entrar y salir de grupos de conocidos, pasándola bien, gozando la ciudad que tenemos y hacemos nuestra, aun en las exóticas distancias culturales, aún en las preguntas, en las faltas de fe, en las ausencias...

Dormir poco, bailar "en demasía"... Mis pies quedaron muy heridos con múltiples ampollas...jajajaja, qué vida buena... qué lindas mis amigas...habito desde hace un tiempo un círculo femenino del que antes renegaba...

Las mujeres maduran para mejorar, indudablemente. 

Y la celebración de las velitas, que aquí es de madrugada, fue una prolongación de una noche larga (por cierto llena de dudas y temores de índoles peculiares...alguien cómo yo se enamora fácil, y también se desenamora fácil...) y divertidísima con francachela, comilona, salsa, mucha salsa, velitas, getsemaní y amanecer.

Y luego a Barranquilla a desenguayabar sin haber bebido, jajaja, solo cansancio físico, de tanto que pasé sin dormir. Me sentía como Andrés Caicedo...salsa y calle, salsa y calle, sonido bestial, y jala jala, y londres, y lluvia, y juliana que mala eres, y por supuesto, Micaela, que se botó....

y terminé en consultorio, estrenando homeópata, dispuesta a convertir los bloqueos de mis chacras y de mi plexo solar en motivos para ser mejor, más fuerte, más convencida, menos temerosa y más bella.

Amo a la Cartagena que me restituyó la vida. El 2009 me dedicaré a mi wen relación conmigo, la maternidad y mis hijos; todo está atado. Un yo nuevo, apenas descubierto, lo necesita. 



 

Comentarios

madame web dijo…
"Micaela, se boto"
Ahhhh que recuerdos de aquellas noches de Antifaz y salsa...mucha salsa...en las que siempre bailabamos juntas Micaela... snifffff
me hiciste falta por un momentico
besos
Anónimo dijo…
Ana, ¡me gusto tu frase de que las mujeres maduran para mejorar...de eso no hay duda!

te dejo mi blog, recién abiertito; espero que me visites.

saldudos

Entradas más populares de este blog

LA RIQUEZA ESCONDIDA por William Ospina

Hace unos cuatro años tuve la oportunidad de visitar la India. Ya de regreso, alguien me preguntó si no me había impresionado mucho la pobreza, y no pude recordar si había visto pobres en la India. Por supuesto, vi innumerables personas que carecen de muchas cosas, pero me pareció que no había pobreza en los términos en que nosotros la conocemos aquí. Hay mendigos, hay incluso personas que pertenecen a la casta de los intocables, que son discriminados por los demás y sólo pueden ejercer los oficios más humildes. Pero por el curioso orden mental que allá impera, no hay nadie que esté despojado de un lugar en el cosmos, todo el mundo tiene una explicación filosófica y trascendental sobre su situación, y entiende o cree entender el puesto que el ha tocado en el universo. Tal vez por eso pocos se rebelan contra su situación. Al cabo de un determinado número de reencarnaciones tendrán aquello de lo que ahora carecen, o mejor aún, acaso logren escapar a la rueda de las transmigraciones e in

Que horror!!!!!!!!!!!!!

Tomado de El Espectador sábado, 09 de junio de 2007 En la enfermería del Colegio Nueva Granada de Bogotá, uno de los más prestantes de la ciudad, se repite la misma escena: una fila de alumnos de bachillerato aguarda con un recipiente de plástico en la mano, en el que antes han escupido, a que la enfermera deslice una tirilla de papel. Si la tirilla permanece blanca, los estudiantes suspiran y regresan tranquilos a su salón de clase. En cambio, si la tirilla se torna azul, el alumno debe someterse a un segundo examen, esta vez de orina, para descartar o confirmar definitivamente si ha consumido alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva. Se trata de las polémicas pruebas antidopaje que en los últimos años saltaron de las competencias atléticas a los cuerpos de policía, a las empresas y ahora irrumpen en los salones de clase. En países como Estados Unidos, México o Inglaterra esta práctica ha provocado agitadas discusiones entre quienes defienden su efectividad para poner freno

Ya nadie visita la tumba de Louis Althusser por Pablo Pineau

(Creo que es un poco vanidoso considerarme amiga de Pablo, pero en fin.... mi amigo Pablo me lo dejó publicar en el blog) La cita estaba acordada hacia poco más de un año. Esa vez, como la charla con quien sería mi guía había derivado a su formación en la Ecole Normale Superieure, le pregunté por Althusser. Comenzó con un: ”Fue un gran maestro de mi generación, pero ya nadie lo recuerda”. Hasta ahí, todo era esperable; pero su remate con un “Como yo soy campesina y me gusta visitar a mis muertos, cada tanto le llevo flores” nos ubicó en otro registro. Me habló entonces de un cementerio de suburbio y de una lápida casi sin datos. Le propuse acompañarla, y aceptó generosa y gentilmente. Quedamos en ir juntos la próxima vez que yo volviera por allí, lo que sucedió este febrero. Camino al encuentro, traté de acordarme cuándo había tenido referencias de Althusser por primera vez. El ejercicio me llevó a un hospital en Bolivia, en un viaje iniciático de mis dieciocho años, durante la primave