Bueno, hoy fuimos a la peluquería. Rodrigo necesitaba forma y mi peluquera Diana, (Vicky Espinosa Clle 45 abajo del colegio que queda en la 24 al lado del restaurante mejicano, excelente valga la cuña) hizo lo perfecto.....! Le redondeó el afro, y volvieron los rizos espectaculares!
A Rosario, con su estilo Janis Joplinesco, sólo se le cortó en V profundo...y se le hizo masaje capilar.
Ambos se hicieron las uñas, Rosario el francés y Rodrigo azul con escarcha. (Nota. Ha sido profundamente pedagógico eso de pintarle las uñas a Rodri. Nunca falta el que opina que parece una niña, o que los "hombres" no se pintan las uñas. Una vez alguien que se lo dijo con tonito adulto-que-si-sabe-niño-que-no le dijo eso y el de 3 años contestó: "Ah...entonces mi papá que es? Tiene las uñas pintadas como yo, ah no, negras." En fin...más claro no cantó un gallo. Cosas del llamado "sentido común" que de común no tiene nada. A partir de este tipo de conjeturas de las personas sobre el esmalte, el largo del pelo y en el caso de rosario el uso de pantalones, el despeine o el pelo suelto hasta en tierra caliente, hemos logrado entablar varias emocionantes conversaciones sobre como la estética cambia y a la gente le parecen adecuadas o no ciertas cosas. Un día viendo un cuadro de Jesus, sí del Cristo, Rosario me decía que porqué la abuela le molestaba tanto que Rodri tuviere el pelo largo pero este señor lo tenía así. O hablamos de que a mi me gustan los colores por ser diferente. O hablamos de que no hay nada "para niños" ni nada "para niñas", que ambas son cosas del hábito, y que como bien lo dice Fito Paez "todo lo que hacés por obligación te quita la alegría").
Yo me corté el pelo, un poco radical. Y me puse mechas violeta (otro violeta diferente) y dos mechitas...naranja! Son discretas, pero ahi están mis mechitas naranja! Me moría por tenerlas! Jijiji.
Después de mil horas de peluquería fuimos a almorzar con Nana, vimos a Andrés quien nos armó un carrito con un dínamo...Rosario anda encarretada con las coas electricas después de los regalos de navidad...(ay por dios, no he publicado las instrucciones, ya lo hago). Rodri se nos durmió y no pudimos ir al parque de Chía a jugar, pero mañana sí...y papá nos invitó al cine. Yupi!
Ya volvimos a casa.
A Rosario, con su estilo Janis Joplinesco, sólo se le cortó en V profundo...y se le hizo masaje capilar.
Ambos se hicieron las uñas, Rosario el francés y Rodrigo azul con escarcha. (Nota. Ha sido profundamente pedagógico eso de pintarle las uñas a Rodri. Nunca falta el que opina que parece una niña, o que los "hombres" no se pintan las uñas. Una vez alguien que se lo dijo con tonito adulto-que-si-sabe-niño-que-no le dijo eso y el de 3 años contestó: "Ah...entonces mi papá que es? Tiene las uñas pintadas como yo, ah no, negras." En fin...más claro no cantó un gallo. Cosas del llamado "sentido común" que de común no tiene nada. A partir de este tipo de conjeturas de las personas sobre el esmalte, el largo del pelo y en el caso de rosario el uso de pantalones, el despeine o el pelo suelto hasta en tierra caliente, hemos logrado entablar varias emocionantes conversaciones sobre como la estética cambia y a la gente le parecen adecuadas o no ciertas cosas. Un día viendo un cuadro de Jesus, sí del Cristo, Rosario me decía que porqué la abuela le molestaba tanto que Rodri tuviere el pelo largo pero este señor lo tenía así. O hablamos de que a mi me gustan los colores por ser diferente. O hablamos de que no hay nada "para niños" ni nada "para niñas", que ambas son cosas del hábito, y que como bien lo dice Fito Paez "todo lo que hacés por obligación te quita la alegría").
Yo me corté el pelo, un poco radical. Y me puse mechas violeta (otro violeta diferente) y dos mechitas...naranja! Son discretas, pero ahi están mis mechitas naranja! Me moría por tenerlas! Jijiji.
Después de mil horas de peluquería fuimos a almorzar con Nana, vimos a Andrés quien nos armó un carrito con un dínamo...Rosario anda encarretada con las coas electricas después de los regalos de navidad...(ay por dios, no he publicado las instrucciones, ya lo hago). Rodri se nos durmió y no pudimos ir al parque de Chía a jugar, pero mañana sí...y papá nos invitó al cine. Yupi!
Ya volvimos a casa.
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