Ir al contenido principal

Anoche hicimos una fiesta de acción de gracias

Copio la invitación y agradezco a los asistentes. Conmovedor, tranquilo, feliz. Bonito!

Hola.

Bueno, esto y lo saben: uds. son nuestra familia "extensa y voluntaria". También saben que nos gustan las cosas hechas por razones y no por hábitos. Esta es una invitación. Es navidad! Y día de Acción de Gracias! Y 8 de diciembre! Y Año Nuevo! Mañana, Lunes 30 de diciembre, a las 6pm (puntualidad por favor) en nuestra casa vamos a celebrar todas las fiestas con Rosario y Rodrigo. Ellos viajan a Bogotá el martes y vuelven hasta finales de marzo...

Desde que nació Rosario, me propuse celebrar Acción de Gracias (28 de noviembre). Lo hicimos con grandes cenas durante 3 años. Luego la vida y sus coyunturas detuvieron una tradición que ahora, con uds. quiero recuperar. Es una fiesta lindísima: conmemora la primera cosecha conjunta de los indígenas nativos de norteamérica y los peregrinos ingleses que cruzaron el atlántico. Por eso lo que se come es muy importante, porque es una mezcla de las delicias de las dos culturas. Por razones logísticas, no pude replicar la comida como quería, el viaje quedó muy encima y hacer la comida implica como 10 días de trabajo. Sin embargo, lo que sí pensamos mantener es que toda la comida está hecha con nuestras manos (las de Rosario, Rodrigo y yo) con ayuda de las mujeres que nos ayudan, como a esto, a todo.

Entonces, la celebración es una comida, de Acción de Gracias. No tiene ningún tinte religioso. Simplemente considero que es importante que por lo menos una vez al año paremos y pensemos en lo privilegiados que somos: porque estamos completos a excepción de una que otra tuerca que nos hace falta en la cabeza; porque nos queremos y somos capaces de construirle sentidos a las relaciones que tenemos con el mundo; porque tenemos los suficientes recursos para hacer una vida con los mínimos (y a veces con más, mucho más) de dignidad; porque nos sentimos amados; porque somos inteligentes, críticos y capaces; porque la vida nos da las dosis exactas de dificultades para recordarnos que existimos, por un lado, y que somos responsables de nuestra vida y nuestros actos, por el otro.

En fin.

Por favor no falten. Es muy importante.

Mari Madero pone el postre. Uds, encárguense de traer el pan y las bebidas. De lo demás, nos encargaremos nosotros.

Los que están lejos, saben que no lo están.

Los esperamos,
Rosario, Rodrigo, Ana

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Carta a Nancy (y a tod@s los que dudan si escolarizar o no)

Hola Nancy, No te conozco sino a través de la confianza de Angélica, así que voy a escribirte como si te conociera.  Nuestra familia se desescolarizó años antes de que naciera nuestra primera hija, Rosario. Es más, una de las razones por las que me consideré "compatible" con el padre de mis hijos para crear un experimento de pareja, fue la sospecha y el desasosiego que nos producía la escolarización.  Pero...una cosa es cómo te imaginas la cotidianidad desescolarizada, y otra un poco distinta como es (todo en la vida es así no?). De todas maneras era muy claro, por muchas razones, que no queríamos darle a nuestrs hijos ni la educación elitista y blanca que no podíamos (ni queríamos) pagar de los colegios considerados "excelentes" (yo misma me gradué de uno de esos); ni la educación de obrero raso que nos ofrecía la educación pública. (Nota al margen a propósito de esto. Si esta diferencia es notoria en Bogotá, no se imaginan Cartagena. La educación pública aquí es .

Que horror!!!!!!!!!!!!!

Tomado de El Espectador sábado, 09 de junio de 2007 En la enfermería del Colegio Nueva Granada de Bogotá, uno de los más prestantes de la ciudad, se repite la misma escena: una fila de alumnos de bachillerato aguarda con un recipiente de plástico en la mano, en el que antes han escupido, a que la enfermera deslice una tirilla de papel. Si la tirilla permanece blanca, los estudiantes suspiran y regresan tranquilos a su salón de clase. En cambio, si la tirilla se torna azul, el alumno debe someterse a un segundo examen, esta vez de orina, para descartar o confirmar definitivamente si ha consumido alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva. Se trata de las polémicas pruebas antidopaje que en los últimos años saltaron de las competencias atléticas a los cuerpos de policía, a las empresas y ahora irrumpen en los salones de clase. En países como Estados Unidos, México o Inglaterra esta práctica ha provocado agitadas discusiones entre quienes defienden su efectividad para poner freno

Ya nadie visita la tumba de Louis Althusser por Pablo Pineau

(Creo que es un poco vanidoso considerarme amiga de Pablo, pero en fin.... mi amigo Pablo me lo dejó publicar en el blog) La cita estaba acordada hacia poco más de un año. Esa vez, como la charla con quien sería mi guía había derivado a su formación en la Ecole Normale Superieure, le pregunté por Althusser. Comenzó con un: ”Fue un gran maestro de mi generación, pero ya nadie lo recuerda”. Hasta ahí, todo era esperable; pero su remate con un “Como yo soy campesina y me gusta visitar a mis muertos, cada tanto le llevo flores” nos ubicó en otro registro. Me habló entonces de un cementerio de suburbio y de una lápida casi sin datos. Le propuse acompañarla, y aceptó generosa y gentilmente. Quedamos en ir juntos la próxima vez que yo volviera por allí, lo que sucedió este febrero. Camino al encuentro, traté de acordarme cuándo había tenido referencias de Althusser por primera vez. El ejercicio me llevó a un hospital en Bolivia, en un viaje iniciático de mis dieciocho años, durante la primave