que tienen que ver con la mera humanidad. Antes en este blog me he expresado en torno a la necesidad de un acuerdo humanitario en colombia, para liberar a los secuestrados, entre los cuales hay un pequeñito de 3 años.
Hoy, por fin, tuve la oportunidad de leer esto. Y me rompí. Especial y específicamente en alusiones que por obvias y coherentes razones me tocan el alma: la maternidad, tanto de la madre libre, como de la madre cautiva. Y me pregunto de nuevo, ?quién carajos es la mamá de alguien? qué es lo que da al vínculo?
Y me lo pregunto no en el estricto sentido retórico de repensar la relación, sino en mi propia piel. Quién es o quien ha sido mi mamá para mi y no encuentro, no encuentro una relación así de fervor y necesidad. DE apoyo incondicional. De amor intenso, gratuito y total.
Leer a Ingrid me conmovió absolutamente. LA mención de los cmpleaños de sus hijos, del intento permanente por reconstruir sus caritas en cada etapa de la vida...La necesidad de encontrarse en esta desgracia cerca de su madre. La constancia de esa madre, su inminente presencia sin falta, sin duda, sin claudicar...´
Ojalá algún día hablen así de mi mis hijos. Ojalá tenga la fuerza y el amor para no repetir la historia. Ya entiendo porque a veces aún cuando lo tengo todo siento este vacío de soledad. Así es que aparecen verdades y sentimientos. Y hoy, con dolor, me entiendo un poco más. Paso a paso.
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