Buenos días...que tengan unas muy felices pascuas...
Nuestra celebración pascual comenzó ayer. Fuimos a casa de Sebastián, en Chía, a jugar, leer cuentos sobre la liebre de Pascua, y a pintar huevitos con Salo y Noé. A mamá le gustó mucho saber que el conejo de pascua no es tal, sino una liebre y la diferencia es muy importante: según la mítica la liebre, como no tiene madriguera es libertaria, nómada...y simboliza la vida, el exterior, la resurrección.
De vuelta en el transmilenio, los huevitos vinieron en un cajita de cartón para no dañarse. En esa misma cajita de cartón la Liebre de Pascua nos dejó una carta:
Resulta que la liebre nos cambió los huevos de la cajita por unos de chocolate! Y nos dejó de sorpresa...muuuuuchas chocolatinas escondidas por toda la casa...
Así fue la búsqueda
Ahorita estamos arrunchaditos viendo 'el epetial de cuacua de dicoveitiks' .
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