Cambiando un poco de tema y de espacio geográfico, papá recién descubrió este documento en YouTube. Esto era lo que papá veía de niño y nunca más volvió a ver. Papá lo encontró y casi se desmaya. En los comentarios, uno de los usuario se pregunta, que le enseña Plaza Sésamo a los niños hoy? No es Ópera! Elmo no es ópera.
Sin embargo, una mirada más objetiva a este trabajo del taller de Jim Henson, podría hacer pensar que la generación entre 25 y 35 (más o menos) se crió con un discurso algo perverso; los muppets eran finalmente monstruos . Cuál papá, en su sano juicio, podría tolerar una programación de esta clase para su hijo. Es evidente que nuestros papás NO estaban en su sano juicio, nos permitieron tragarnos completico este y otros shows. Pero los que estamos en este rango etáreo sobrevivimos a este asunto: tanto que nos creemos "sanos". Esto podría dar una luz de tolerancia a los programas que no podemos comprender y que nuestros chicos piden ver.
Roario (y por ende Rodrigo) adoran los Power Ranger, pero a mi se me hacen odiosísimos. Los famosos TeleTubbies se me hacían (antes que mis hijos los pidieran) perversos. El Barnie, monstruoso. Pero terminé aprendiendome la tonada para piano por solicitud de Rose. [...]
Será que la intolerancia es un mero reflejo abominable de los defectos de las generaciones pasadas? Pues, propongo un alto a los juicios a priori. En este caso específicamente con los medios, y con ello quiero decir la cultura popular. La culpa obviamente no es de la TV, ni de Internet, ni del periódico. Pero la responsabilidad con nuestros seres amados sí es nuestra: charlar, acompañarse, acurrucarse y opinar. Además es una tarea deliciosa.
Sin embargo, una mirada más objetiva a este trabajo del taller de Jim Henson, podría hacer pensar que la generación entre 25 y 35 (más o menos) se crió con un discurso algo perverso; los muppets eran finalmente monstruos . Cuál papá, en su sano juicio, podría tolerar una programación de esta clase para su hijo. Es evidente que nuestros papás NO estaban en su sano juicio, nos permitieron tragarnos completico este y otros shows. Pero los que estamos en este rango etáreo sobrevivimos a este asunto: tanto que nos creemos "sanos". Esto podría dar una luz de tolerancia a los programas que no podemos comprender y que nuestros chicos piden ver.
Roario (y por ende Rodrigo) adoran los Power Ranger, pero a mi se me hacen odiosísimos. Los famosos TeleTubbies se me hacían (antes que mis hijos los pidieran) perversos. El Barnie, monstruoso. Pero terminé aprendiendome la tonada para piano por solicitud de Rose. [...]
Será que la intolerancia es un mero reflejo abominable de los defectos de las generaciones pasadas? Pues, propongo un alto a los juicios a priori. En este caso específicamente con los medios, y con ello quiero decir la cultura popular. La culpa obviamente no es de la TV, ni de Internet, ni del periódico. Pero la responsabilidad con nuestros seres amados sí es nuestra: charlar, acompañarse, acurrucarse y opinar. Además es una tarea deliciosa.
Comentarios
Pienso que tengo que ser (un poquito)flexible. Puede ver de vez en cuando algo que disfrutan sin razon, solo para entrenenerse.