Hay palabras que odio profundamente. Odio la “resignación” y la “tolerancia”. Odio la “esperanza es lo último que se pierde” y “seguiremos luchando hasta la muerte”. Odio el “tranquila” y el “cálmese”, se me parecen demasiado al “aguántese” y “cállese”.
Me llevo muy mal con la “autoridad” y con la “obligación”. Detesto la “imposición”.
Me da rabia que la gente aun tenga que decir “uno es un ser humano”, y “uno por los hijos hace lo que tenga que hacer”. A ambas las subyace la dura realidad de la contradicción, si alguien dice que es ser humano es porque no lo tratan como tal, y si por los hijos hay que hacer lo que se tenga que hacer es porque es normal que se hagan cosas innombrables. No se si me entiendan…
Me dio por este post por verme un programa de Machuca, 9 años después de la masacre…que guerra tan hijueputa la que vive este doloroso país. Y mientras tanto, miles de pendejos toman cerveza en el Bogotá Beer Company o se toman una limonada de 14000 pesos en el café del mar…en fin…cosas que odio, y que no entiendo.
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