Estoy educando una preadolescente. Rosario es una niña maravillosa, pero para que sea una mujer maravillosa debe pasar por una intensiva sesión de autovaloración antes de entrar en la dificilísima adolescencia. En ella, dudará de quién es y qué quiere, y antes de que le entren las serias dudas, es necesario ponerle algunas inquietudes en la cabeza.
Una de mis socias favoritas en esto de la maternidad, me mostró este video. Y lo vi con Rosi, sin precensura. Es decir sin verlo yo primero para preparar las explicaciones (ya casi no censuro ni el sexo ni la violencia, lo que hago es hablar de eso con ellos). En fin...lo claro es que lo que hay que instalarle el chip a Rosario (y comencé hace por lo menos 7 años...) es que la belleza no es UNA verdad, sino que existen múltiples bellezaS. Y que la belleza integral, la de adentro y afuera, es la que vale la pena lucharse para vivir feliz...es decir que no solo es una condición de ser lindo o no en un momento sino un proceso. La belleza se lucha, se adquiere, se mantiene...pero no como el cuerpazo del gimnasio...está fundada en el amor propio y el autoconocimiento.
Y aqui es donde aparece el ejemplo bueno y malo de la mamá. Yo no debería ser tan gorda y por eso en este momento de mi vida estoy en un plan de autocuidado comiendo menos y ejercitándome más. PERO, los que me conocen de cerca lo sabrán: Tengo pocos complejos sobre mi cuerpo. Yo amo mis formas blanditas y grandes, y me considero armoniosa para ser XL. Cuando me miro en el espejo no me siento particularmente orgullosa pero tampoco me ofendo; cuando, como ahora, subo un poco más por sendentaria o por tragona...me río y dejo de comer dulce y salgo a caminar en las mañanas. No me privo, pero tampoco me hago daño comiendo porquerías llenas de aceite.
Entienden ahora mi punto?
Cuando me siento mal de salud, me cuido...pero mi autocuidado no está basado en una obsesión particular sobre como me veo. Me importa mucho más como me siento. Como soy. A eso le dedico tiempo y horas...y frustraciones y dolores. Hacerse a una personalidad que valga la pena, construir un carácter, y tener un cuerpo sano son suficiente exigencia. A los 16 era Yayita y lo único que conseguí fue que me apostaran a cambio de una botella de Whisky. Hoy sé que por más que alguien busque no encuentra a una como yo. No se si soy mejor, o peor. Más bonita, mas fea, más inteligente, más bruta....menos terca, más estúpida. Solo se que soy única.
Sólo se que como yo solo soy yo, y al mirarme en el espejo más alla de mi barriga, mis arrugas, mis nuevas pecas, el tamaño de mis tetas y mis ojeras, o la cantidad de pelos que tengo....me veo a mi. Veo mi autenticidad: los pelos de colores que se irán conmigo a la tumba, la curva de mi sonrisa, el "entrecejo de mujer inteligente (jajajajaj)", mis labios que me encantan, mis tetas que guardan secretos lactantes y huevos revolucionarios, una cola redonda que nunca había notado, y una cintura inesperada. Veo mis estrías, y mis rodillas. Y mis pies que me llevan siempre a todas partes. Y recuerdo que cuidarme es hacer yoga, pintarme las uñas (dejar de comérmelas), fumar sin obsesiones (20 cigarrillos al semestre puede ser), no emborracharme, bailar intensamente por lo menos 4 veces al mes, tener mucho sexo, y comer mucha comida de colores...
Y que se vayan al cuerno la Azcárate y los tont@s que no se fijarían en una mujer como como yo. Ellos claramente son los que pierden. Esa es mi definición de belleza.
Una de mis socias favoritas en esto de la maternidad, me mostró este video. Y lo vi con Rosi, sin precensura. Es decir sin verlo yo primero para preparar las explicaciones (ya casi no censuro ni el sexo ni la violencia, lo que hago es hablar de eso con ellos). En fin...lo claro es que lo que hay que instalarle el chip a Rosario (y comencé hace por lo menos 7 años...) es que la belleza no es UNA verdad, sino que existen múltiples bellezaS. Y que la belleza integral, la de adentro y afuera, es la que vale la pena lucharse para vivir feliz...es decir que no solo es una condición de ser lindo o no en un momento sino un proceso. La belleza se lucha, se adquiere, se mantiene...pero no como el cuerpazo del gimnasio...está fundada en el amor propio y el autoconocimiento.
Y aqui es donde aparece el ejemplo bueno y malo de la mamá. Yo no debería ser tan gorda y por eso en este momento de mi vida estoy en un plan de autocuidado comiendo menos y ejercitándome más. PERO, los que me conocen de cerca lo sabrán: Tengo pocos complejos sobre mi cuerpo. Yo amo mis formas blanditas y grandes, y me considero armoniosa para ser XL. Cuando me miro en el espejo no me siento particularmente orgullosa pero tampoco me ofendo; cuando, como ahora, subo un poco más por sendentaria o por tragona...me río y dejo de comer dulce y salgo a caminar en las mañanas. No me privo, pero tampoco me hago daño comiendo porquerías llenas de aceite.
Entienden ahora mi punto?
Cuando me siento mal de salud, me cuido...pero mi autocuidado no está basado en una obsesión particular sobre como me veo. Me importa mucho más como me siento. Como soy. A eso le dedico tiempo y horas...y frustraciones y dolores. Hacerse a una personalidad que valga la pena, construir un carácter, y tener un cuerpo sano son suficiente exigencia. A los 16 era Yayita y lo único que conseguí fue que me apostaran a cambio de una botella de Whisky. Hoy sé que por más que alguien busque no encuentra a una como yo. No se si soy mejor, o peor. Más bonita, mas fea, más inteligente, más bruta....menos terca, más estúpida. Solo se que soy única.
Sólo se que como yo solo soy yo, y al mirarme en el espejo más alla de mi barriga, mis arrugas, mis nuevas pecas, el tamaño de mis tetas y mis ojeras, o la cantidad de pelos que tengo....me veo a mi. Veo mi autenticidad: los pelos de colores que se irán conmigo a la tumba, la curva de mi sonrisa, el "entrecejo de mujer inteligente (jajajajaj)", mis labios que me encantan, mis tetas que guardan secretos lactantes y huevos revolucionarios, una cola redonda que nunca había notado, y una cintura inesperada. Veo mis estrías, y mis rodillas. Y mis pies que me llevan siempre a todas partes. Y recuerdo que cuidarme es hacer yoga, pintarme las uñas (dejar de comérmelas), fumar sin obsesiones (20 cigarrillos al semestre puede ser), no emborracharme, bailar intensamente por lo menos 4 veces al mes, tener mucho sexo, y comer mucha comida de colores...
Y que se vayan al cuerno la Azcárate y los tont@s que no se fijarían en una mujer como como yo. Ellos claramente son los que pierden. Esa es mi definición de belleza.
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paula de argentina