La maternidad implica el paso por diversos y sofisticados estados mentales que nos ubican, y nos desubican. Somos papás y mamás aún lejos de nuestra racionalidad de serlo…tal vez sea eso lo más difícil de aceptar para seres tan racionalizados como nosotros (racionales pero ilógicos, paradójicamente, pero eso es material de otro post). Existe un proceso, denominado de regulación límbica, ejecutado por la parte de nuestro cerebro que compartimos con los demás mamíferos, que con angustia llamamos intuición, pero que tiene que ver con la conformación y atadura neuronal de nuestro cerebro solo de el…somos únicos en la forma en que se han asociado nuestras neuronas, en la forma en que la corriente eléctrica de las sinapsis despierta algunas, y oscurece invisibilizando otras…esa es nuestra identidad…ese mapa de conexiones es lo que solemos llamar personalidad…
Y en ese juego de conexiones, por ejemplo, podemos asociar…digamos…rabia con araña y tenerles miedo a tales bichos…o café con leche con consentimiento…y tantas miles de conexiones…incluso palabras como (en mi caso) ‘toalla’ y ‘escoba’, que siempre aparecen junto la una la otra cuando pienso en alguna, no les pasa? O pienso que miércoles y 5 son juntos…y no…algo en mi cerebro las asoció…y la reiteración de tal asociación, las imprimió en mi memoria neuronal…
Entonces, establecer una conexión y reiterarla marca. Puff …eso en la maternidad, por lo menos para mi, tiene costos importantes. Significa que debo darles asociaciones positivas para las cosas que quisiera que disfrutaran…y reducir al máximo las negativas…lo bueno, es que según el libro del cual he aprendido todo esto…una asociación es susceptible de ser modificada, aunque, obviamente es más difícil borrar que comenzar bien…
Creo que eso se nota en rosario y rodri…el mayor siempre “lleva del bulto”… siempre le toca el aprendizaje…al siguiente le toca la experiencia….
Pero no es facil…por ejemplo, con qué quiero que mi hija asocie las emociones de rabia, furia que todos sentimos… con desahogo, dolor, lagrimas…o con represión, silencio, rechazo….y….por sincronía límbica…ella aprenderá de mi, no solo modelando, como creemos racionalmente que funciona, sino literalmente, entrando en sincronía con mis sentimientos…que difícil suena no?
Y entonces, inevitablemente, me percibirá en todos los momentos, y sentirá lo que yo siento….así no quiera ni ella ni yo…ah?
Y bueno… entonces una mamá taradita como yo…qué cuernos hace? Lo único que se me ocurre es buscar, buscar, buscar adentro, tratar de resetear las conexiones…tratar…tratar…sola? No se si se puede…hay tanta basura emocional…mi mamá hizo mucho daño, y reconozcámoslo, mi papá también… Mi percepción del afecto, de la ausencia, de la rabia, del dolor físico, de la comunicación, del tacto, del olor, de los sabores… tiene que ver con ese mapa que me hizo a mi ser yo misma…
Miedo pero también valor: el mapa nunca se termina…cada día se modifica quién eras para convertirse en quien hoy sos.
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