Me preocupo mucho por lo estructural. Las coyunturas casi nunca ocupan mi atención, a excepción de algunas coyunturas familiares. Tengo la virtud y el defecto de ver las cosas en la perspectiva de las estructuras que las hacen existir. Y este año ha sido el de comprender qué tanto uno es "hijo" de sus amigos, sobre todo por los de adolescencia. Este año me he reencontrado con Patricia, Eliana y Sandra; con Sebastián, Pilar, Mónica, Felipe y otros de AJAM; con Mariale, Úrsula, Carlos y Jorge. Andrés, Ricardo y Ana van y vuelven REencuentro. Hay unos nuevos en el tiempo pero que se integran a eso mismo como Alejandra y Maristella. Y creo que hay amigos estructurales. Hay unos amigos de quienes aprendimos cosas para poder desaprender las que nos habían enseñado. Y no es que no los quiera a todos. Es que uno tiene que ser agradecido, más agradecido, con los mejores maestros, y los amigos rebeldes son los mejores. Los amigos que estiran las pitas de tus límites, que te hacen l...