Han pasado 10 años desde ese parto intenso pero no doloroso en el solas, con un libro, y demasiados doctores nos encontramos en los ojos la una de la otra. Rosario se me antojó muy parecida a su abuela paterna. Aún recuerdo con intensidad su olor, el olor animal que me decía que era mía, que pertenecía a mi propia carne. Eso es raro, teniendo en cuenta que llevo 7 años sin tener olfato. Recuerdo la confusión de instalar la lactancia, la confusión entre la noche y el día, el terror, la depresión postparto que no es más que la realización de que la vida es finita y de que uno puede faltarle alguna vez a ese ser minúsculo que trajo al mundo...
He cambiado mucho. Mi pelo ha pasado por más de 6 colores. Ya debo tener canas ocultas entre tanto tinte. He adelgazado, engordado, adelgazado otra vez y engordado de nuevo...Ahora sin duda conozco más mi cuerpo, lo interpreto mejor. He superado algunos defectos y he aprendido otros. Soy menos trabajólica, menos afanada, acepto un poco más el destino de las cosas. Educo mucho, no solo a mis hijos. Me he vuelto celosa, parece. Debe ser que me siento un poco vieja y ya no me siento tan imbatible. Y eso debe ser porque he perdido varias batallas. He conocido mil personas. He amado, he perdido. He soñado. He viajado muy poco hacia afuera del país y mucho hacia los múltiples adentros. Me cambié de ciudad...de clima.... de varias perspectivas...
Hoy además de ser madre desescolarizadora, soy activista contra todas las formas de discriminación, progay y fan frustrada de hacer yoga. Se la teoría de la meditación pero estoy lejísimos de conocer su práctica. No tengo dinero ahorrado. Siempre estoy esperando que mi proxima casa sea mejor. Resiento no poder tener un carro porque adoro manejar y aun no he resuelto el dilema con el uso del crédito así que no lo tengo. Tengo dos gatas intensísimas pero tiernísimas, me he vuelto dura y cada vez más llorona.
Me he vuelto mucho peor. En todo. Más idealista, más utópica, más intensa, más regañona. No tengo muchas esperanzas de ser mejor...
Me canso más, leo menos, paso demasiado tiempo en redes sociales, estoy llorona...compre TV...y si...
quiero volver a vivir con alguien.
He cambiado mucho. Mi pelo ha pasado por más de 6 colores. Ya debo tener canas ocultas entre tanto tinte. He adelgazado, engordado, adelgazado otra vez y engordado de nuevo...Ahora sin duda conozco más mi cuerpo, lo interpreto mejor. He superado algunos defectos y he aprendido otros. Soy menos trabajólica, menos afanada, acepto un poco más el destino de las cosas. Educo mucho, no solo a mis hijos. Me he vuelto celosa, parece. Debe ser que me siento un poco vieja y ya no me siento tan imbatible. Y eso debe ser porque he perdido varias batallas. He conocido mil personas. He amado, he perdido. He soñado. He viajado muy poco hacia afuera del país y mucho hacia los múltiples adentros. Me cambié de ciudad...de clima.... de varias perspectivas...
Hoy además de ser madre desescolarizadora, soy activista contra todas las formas de discriminación, progay y fan frustrada de hacer yoga. Se la teoría de la meditación pero estoy lejísimos de conocer su práctica. No tengo dinero ahorrado. Siempre estoy esperando que mi proxima casa sea mejor. Resiento no poder tener un carro porque adoro manejar y aun no he resuelto el dilema con el uso del crédito así que no lo tengo. Tengo dos gatas intensísimas pero tiernísimas, me he vuelto dura y cada vez más llorona.
Me he vuelto mucho peor. En todo. Más idealista, más utópica, más intensa, más regañona. No tengo muchas esperanzas de ser mejor...
Me canso más, leo menos, paso demasiado tiempo en redes sociales, estoy llorona...compre TV...y si...
quiero volver a vivir con alguien.
Comentarios