Siempre he mirado atónita, la normalidad. Tal vez sea por eso que son tan pero tan adicta a facebook. Miro la vida de las personas, me inquieta que nacen, se casan, son felices, tienen hijos, luego nietos y se mueren. Y sospecho. Sospecho mucho de esa actitud automática con la que vive todo el mundo como si en el planeta todo estuviera dado. Navego facebook como loca buscando, buscando, buscando, buscando respuestas a mis preguntas del mundo real como: nunca se les acaba la plata? no pelean con el novio/el marido/ el amante? tienen amante? les da dolor de barriga? se sienten orgullosos de alguien? odian? lloran?
Yo siempre me he sentido un poco rara. Fui niña pobre en familia de ricos y niña rica en familia de pobres porque mis papás pertenecían a clases sociales muy distintas. Fue nerda play en el CNG, es decir, que era la más ñoña pero mis amigas eran las más plays de curso así que no me iba tan mal. Además explicaba super y ayudaba a estudiar pa los exámenes. Me gradué del CNG con mil honores y me metí a la Nacho. Todo el mundo lo vio como un error (horror), a mi me pareció apenas lógico ya que la educación "bilingüe y bicultural" del CNG me había dejado monolingüe y unicultural (gringa). Esa educación le función bien a mis compañeros, la mayoría viven "allá". Muchas son amas de casa millonarias que estudiaron para no ejercer, otras son como aventureras raras viajolicas, otras más son madres de familias de fotos de postal. Practicamente ninguno necesita trabajar para vivir. Y si lo hacen, es para complementar unos ingresos que ya tienen. Estan acostumbrados a los privilegios, tanto que son suyos...es decir, que dan por hecho que lo son. Colombia es un paisito de mierda...por allá donde estudiaron...Lo sé por facebook. Solo me hablo con un par de personas a las que amo. A los demás los quiero, conviví con elos 14 años, como no...pero los miro y me sorprendo. Decía que esa educación les vino bien a ellos. A mi no. Yo necesitaba entender a Colombia. No se qué dispositivo de culpabilización (muy cristiano por cierto, y eficaz) se me activó con AJAM, pero ahí aprendí a hacer responsable como "líder de la clase dirigente" de cambiar a Colombia para que fuera más justa. Menuda tarea!
Yo además, en mi anormalidad, no puedo tomarme nada a la ligera. Mi mamá lo llama falta de sentido del humor, AnaBeta dice que soy muy densa, Ariadna que no me la gozo lo suficiente. Soy bastante literal y precaria. Si me dicen sí, es...sí. Y si me dicen no, es, no. Mañana es mañana. Y a las 10 es...sorpresa, a las 10. En mi mundo la vida es simple. Mucho depende de las palabras. Soy, entonces, esclava de mi palabras. Y hablo mucho. Pienso mucho también. Ah...ese es otro principio. Digo lo que pienso. Se llama honestidad. Muchos lo llaman crudeza, yo he mejorado la forma, pero el fondo es el mismo que escribieron en mi anuario a los 18: Ana María speaks her mind (Ana María pone a hablar a su mente). Toda mi vida me han dicho que es un gran defecto. Yo lo considero mi única virtud. Por eso no lo cambio. Me ha costado miles de dolores, todos mis fracasos amorosos, cuantiosos amigos...pero no se va. A mi me gusto así. Tercamente. Será que puedo preservar algo de mi vida tercamente?
Les decía, sospecho de tanta felicidad aséptica. No porque yo no haya tenido momentos de dicha absoluta, sino precisamente porque los he tenido. Y son excepcionales. Únicos. Escasos. No permanentes. Igual he tenido momentos de intenso dolor, de angustia, de terror, de odio. Parece que ya nadie odia, solo yo. Yo odio mucho. Odio la música sexista, por ejemplo. Odio las mujeres lobas (casi todas, perdón, amigas, pero hablar más de 25 minutos de la marca de shampoo o de la pinta de alguien me parece además de ignorante, lobísimo). Odio que los hombres echen piropos en la calle: quién los dotó del derecho universal a opinar sobre uno como se ve...? Pero cuando lo tratan a uno como animal, peor aún si es animal en celo. Odio esperar. Odio estar sola. Odio las cucarachas. En fin, odio. Soy anormal, aún odio. Muy precaria.
Y si uno suma que digo lo pienso, que hago lo que digo y que aún odio, estoy de psiquiatra. No puedo sonreir con naturalidad cuando no estoy contenta. No poso en las fotos como una modelo barata. No puedo impostar la voz para parecer otra. No puedo fingir estar bien si no lo estoy.
Pero tampoco pido menos. Y como la rara soy yo, cada vez menos gente entiende que la palabra se cumple, que lo que se dice es, y que la verdad es más amorosa que cualquier mentira hipócrita. Que "me gusta" y "odio" son posibilidades, y que no todo sabe a miel...hay cosas que saben a mierda. Y hay momentos en que somos lo máximo y momentos en que estamos muy equivocados. Momentos en que brillamos, y momentos en el que nos oscurecemos.
Por fortuna, no solo somos lo bonito que sale en la postal. También los monstruos, no se si seré solo yo, que tenemos que maniobrar y calmar pero que solo morirán cuando muramos nosotros.
Comentarios
Así...tal cual sos....y estoy segura que es por eso que te amo tanto...y si, lo nuestro (nuestra amistad para que los demás no piensen mal) puede que sea de lejos, de a ratos...pero ES y por mi siempre SERA!
Un abrazo de tu olvidado alumno....
Dos comentarios tengo algo ajenos al contenido. El primero...la gente en facebook solo muestra lo q quiere mostrar full stop!). Y lo segundo, el nuevo fonde del blog es bonito pero hace dificil la lectura.
Ana Maria
Yo hace un tiempo intenté hacer una autobiografía y se me vovlvió una serie de autorretratos que (como casi todo lo que emprendo) aún no he terminado
http://oscarfelipechavez.blogspot.com/search/label/autorretrato
Y sí, también me llaman rara, por varias cosas.