Debería existir un tipo de yoga para reconectarse con los hijos... me lo voy inventando se llama el "Nana yoga". Y estoy practicándolo de modo increíble...no se imaginan... Además de algo de Raja Yoga con el combo y de Hata Yoga con Di...voy a ser experta en pocos meses.
Bueno, les voy a contar los dos primeros días hábiles de esta aventura y luego haré un balance de mis observaciones. Antier lunes, vino Mari (una chica de la boquilla a quien conozco hace muchos meses porque me hace masajes de relajación todos los sábados como parte de una rutina que creé para no olvidarme de mi)a hacer aseo. Yo, desde el sábado, ando en el arduo trabajo de reprogramación de mis hijos hacia un chip más responsable de sus cosas. Recojan, alisten, armen, cantaleta, mejor dicho. UN poco aburrido y con mi intensidad un poco abrumador pero necesario en este momento... En realidad siempre, solo que hay personas que confunden consentir a los niños con hacerles las cosas, y no...definitivamente no es lo mismo.
Nosotros estuvimos en casa organizando cositas, recibiendo visitas, almorzamos, fuimos a escultura, hicimos un ponqué y nos lo comimos celebrando el cumple de Rafa, el profe de pintura de Rodri. En la mañana salí un par de horas a hacer una vuelta bancaria a la que no me querían acompañar, y se quedaron solitos. (Están en edad de acostumbrarse a hacerlo, mientras sean lapsos muy cortos como éste). Bueno, aunque estaba Mari. "David" le explicó a Mari los secretos de la lavadora (que yo desconozco, lo reconozco). May vino a organizar sus cosas para su pronta mudanza...Como siempre en mi casa había actividad, y gente.
A mi alrededor nunca faltan ni ángeles ni coyunturas perfectas. Eso tiene que ver con la fuerza del universo. En este caso hay cuatro mujeres, dos hombres y un par de gatos que conforman mi Equipo Técnico de Implementación del Nana Yoga.
Ayer, en cambio, fue un día más de calle. Yo tuve odontólogo y los chicos me acompañaron. Llevaban libros y cosas para colorear durante la espera, que fue solo de 15 minutos. Luego fuimos a la Escuela de Vela, tenían curso de navegación. Me emociona mucho que ya Rosario capitanea su propio optimist...y detrás en el bote acompañante va Rodrigo! Felices! Así me arruine pago esas clases...me encantan!
Luego vinimos a casa a almorzar (en el Bellavista, restaurante corrientazo cercano). Y suimos, nos cambiamos y nos fuimos para la U, yo tenía consultoría. Siento que en la U puedo dejarlos libres...sueltos por ahí...ayer llovía entonces la pasaron en la biblioteca...3 horas, no está mal. Les dejé dinero para que lo administraran ellos mismos...bonito. Y luego tuvimos unas onces con una amiga, donde nos quedamos hasta las 8 en una reunión de trabajo pero con relax... en fin...
Llegamos a casa contentos, pelearon muy poco, se manejan más fácil. La reconoxión está en curso, el modo hogar por fortuna me habita...y como me siento ahora, en términos de mi autoestima materna, es indelegable. WW!
Bueno, les voy a contar los dos primeros días hábiles de esta aventura y luego haré un balance de mis observaciones. Antier lunes, vino Mari (una chica de la boquilla a quien conozco hace muchos meses porque me hace masajes de relajación todos los sábados como parte de una rutina que creé para no olvidarme de mi)a hacer aseo. Yo, desde el sábado, ando en el arduo trabajo de reprogramación de mis hijos hacia un chip más responsable de sus cosas. Recojan, alisten, armen, cantaleta, mejor dicho. UN poco aburrido y con mi intensidad un poco abrumador pero necesario en este momento... En realidad siempre, solo que hay personas que confunden consentir a los niños con hacerles las cosas, y no...definitivamente no es lo mismo.
Nosotros estuvimos en casa organizando cositas, recibiendo visitas, almorzamos, fuimos a escultura, hicimos un ponqué y nos lo comimos celebrando el cumple de Rafa, el profe de pintura de Rodri. En la mañana salí un par de horas a hacer una vuelta bancaria a la que no me querían acompañar, y se quedaron solitos. (Están en edad de acostumbrarse a hacerlo, mientras sean lapsos muy cortos como éste). Bueno, aunque estaba Mari. "David" le explicó a Mari los secretos de la lavadora (que yo desconozco, lo reconozco). May vino a organizar sus cosas para su pronta mudanza...Como siempre en mi casa había actividad, y gente.
A mi alrededor nunca faltan ni ángeles ni coyunturas perfectas. Eso tiene que ver con la fuerza del universo. En este caso hay cuatro mujeres, dos hombres y un par de gatos que conforman mi Equipo Técnico de Implementación del Nana Yoga.
Ayer, en cambio, fue un día más de calle. Yo tuve odontólogo y los chicos me acompañaron. Llevaban libros y cosas para colorear durante la espera, que fue solo de 15 minutos. Luego fuimos a la Escuela de Vela, tenían curso de navegación. Me emociona mucho que ya Rosario capitanea su propio optimist...y detrás en el bote acompañante va Rodrigo! Felices! Así me arruine pago esas clases...me encantan!
Luego vinimos a casa a almorzar (en el Bellavista, restaurante corrientazo cercano). Y suimos, nos cambiamos y nos fuimos para la U, yo tenía consultoría. Siento que en la U puedo dejarlos libres...sueltos por ahí...ayer llovía entonces la pasaron en la biblioteca...3 horas, no está mal. Les dejé dinero para que lo administraran ellos mismos...bonito. Y luego tuvimos unas onces con una amiga, donde nos quedamos hasta las 8 en una reunión de trabajo pero con relax... en fin...
Llegamos a casa contentos, pelearon muy poco, se manejan más fácil. La reconoxión está en curso, el modo hogar por fortuna me habita...y como me siento ahora, en términos de mi autoestima materna, es indelegable. WW!
Comentarios
Pilas con la gente y tus hijos...no des papaya