Hablemos de algo que se habla poco como es común que suceda en este blog. Hablemos del desbarajuste afectivo que implica agenciar la vida privada de una mujer joven con hijos y las demandas normales de la vida de los hijos.
Las premisas con als que creo operar comentadas en sus grandes contradicciones y dificultades:
1. Hacer lo posible por no vivir la vida de mis hijos, ni por poner a mis hijos a vivir mi vida. Dificilísimo. Más cuando ser mamá desescolarizadora implica que los educo con mi experiencia vital. La pregunta es...qué tanto "participa" un hijo en la vida afectiva de la mamá. Qué tanto debe saber, puede saber, sabrá en realidad?
2. Contestar con honestidad y sencillez a las preguntas de los niños, de la forma más precisa posible. Parece sencillísimo, sobre todo cuando al leer mamá, leemos familia nuclear estándar (que paradójicamente es la excepción, no lo regla). Pero la cosa se complica con dos variables que pasan por tener una relación abierta con Mario (algún día transcribiré la definición más bella de este concepto, descrito por E. Malatesta): la(s?) novia(s?) de Mario y lo(s?) mío(s?). Y si así fuera? Tengo que explicarle que soy una "anormal"...que somos un seres incapaces de amar de la forma "correcta". Y si fueramos transexuales, bisexuales, polisexuales, sadomasoquistas, no sé. Se confundirían cuando se supone que nosotros los padres ya hemos logrado "incluir" a las "diversidades" en nuestra cotidianidad?
3. Proteger a toda costa el tiempo de mis hijos conmigo. Otra vez el reto. Si cumplo esto a cabalidad...entonces qué tiempo queda para mí? En la política pública de mujeres de Cartagena encontré un derecho que es durísimo pero muy cierto: las mujeres tenemos derecho al ocio. A por un rato durante el día hacer lo que se nos dé la gana... y ni ricas ni pobres, ni feas ni bonitas, ni casadas ni solteras, ni exitosas ni fracasadas....hemos conquistado casi nada a este respecto...sin poner en peligro algo muy grande. Acaso es diferente el papel de la novia del papá que el del novio de la mamá? Piénsenlo...con cojones piénsenlo y verán cómo somos de machistas todavía.
Creo que habra mas entradas sobre esto cuando piense un poco sobre estos asuntos que son novedosos, la verdad. La normalidad y la certeza de la familia nuclear no solo te mata sino que te confunde para hacerte creer en lo normal (en lo que por supuesto nunca he creído en realidad). Da mucho miedo...
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