Hoy ha sido un día emocionalmente intenso. Estoy en un proceso fuerte de redescubrimiento personal de entender por qué hago cada cosa que hago, para qué y si quiero seguirla haciendo, para cambiar lo que pueda, y ser libre y abrazar lo que que me quede tras la depuración.
Hoy tuvo una alta y una baja. La alta fue un momento en el que por primera vez en mi vida tomé decididamente mi diario y supe lo que quería. No los cómos, esos quedan en otras manos, los qués. Recuerdo no haber estado nunca segura de qué es lo que viene, y de pensar que eran las circunstancias las que terminaban por determinarlo. Y aunque eso es parcialmente cierto, también es bien falso.
Puse mis quereres en palabras, no para que se me den, sino para que yo sepa cuales son. Simplemente. Que se den o no, no depende solo de mi. Será una parte, y dejará de ser otra. Como todo. Pero sé. Tla vez un día tenga el coraje de publicarlo aquí en este rincón de mi memoria personal que hoy comenzaré a releer para conocerme.
Y la baja fue cuando me di cuenta que es la ignorancia, el desamor, la desconfianza y la mentira lo que nos acaba como país. Ya lo sabía. Se constata abriendo un periódico y viendo noticieros. Pero leyéndolo así no es tan crudo, ni tan vil, como cuando uno, al interior de una comunidad, ve como se manipula y destruye un esfuerzo de personas capaces, por intereses mezquinos y ladrones. Hoy algo en mi se rompió del todo. Y decidí que orientaré mejor mi energía en otras direcciones.
Quiero ser la mujer sencilla que soy. NO me interesa ni el dinero ni la fama. Quiero a quienes me quieren porque se lo difícil que soy, y lo compleja. Pero tmabién conozco mis virtudes y mis compromisos. Y sé que he hecho todo lo que está en mis manos para darle la talla a mis retos. Así soy. Ya está.
Hoy tuvo una alta y una baja. La alta fue un momento en el que por primera vez en mi vida tomé decididamente mi diario y supe lo que quería. No los cómos, esos quedan en otras manos, los qués. Recuerdo no haber estado nunca segura de qué es lo que viene, y de pensar que eran las circunstancias las que terminaban por determinarlo. Y aunque eso es parcialmente cierto, también es bien falso.
Puse mis quereres en palabras, no para que se me den, sino para que yo sepa cuales son. Simplemente. Que se den o no, no depende solo de mi. Será una parte, y dejará de ser otra. Como todo. Pero sé. Tla vez un día tenga el coraje de publicarlo aquí en este rincón de mi memoria personal que hoy comenzaré a releer para conocerme.
Y la baja fue cuando me di cuenta que es la ignorancia, el desamor, la desconfianza y la mentira lo que nos acaba como país. Ya lo sabía. Se constata abriendo un periódico y viendo noticieros. Pero leyéndolo así no es tan crudo, ni tan vil, como cuando uno, al interior de una comunidad, ve como se manipula y destruye un esfuerzo de personas capaces, por intereses mezquinos y ladrones. Hoy algo en mi se rompió del todo. Y decidí que orientaré mejor mi energía en otras direcciones.
Quiero ser la mujer sencilla que soy. NO me interesa ni el dinero ni la fama. Quiero a quienes me quieren porque se lo difícil que soy, y lo compleja. Pero tmabién conozco mis virtudes y mis compromisos. Y sé que he hecho todo lo que está en mis manos para darle la talla a mis retos. Así soy. Ya está.
Comentarios
Un abrazo argentino. Y mucha fuerza, que cuando descubrimos por fin los "que", todo se vuelve mucho pero mucho más simple.
Cariños. Isa.
Mamá Facilitadora de Aprendices Autodidactas y Autogestivos desde 2005.