Hoy ha sido un día emocionalmente intenso. Estoy en un proceso fuerte de redescubrimiento personal de entender por qué hago cada cosa que hago, para qué y si quiero seguirla haciendo, para cambiar lo que pueda, y ser libre y abrazar lo que que me quede tras la depuración. Hoy tuvo una alta y una baja. La alta fue un momento en el que por primera vez en mi vida tomé decididamente mi diario y supe lo que quería. No los cómos, esos quedan en otras manos, los qués. Recuerdo no haber estado nunca segura de qué es lo que viene, y de pensar que eran las circunstancias las que terminaban por determinarlo. Y aunque eso es parcialmente cierto, también es bien falso. Puse mis quereres en palabras, no para que se me den, sino para que yo sepa cuales son. Simplemente. Que se den o no, no depende solo de mi. Será una parte, y dejará de ser otra. Como todo. Pero sé. Tla vez un día tenga el coraje de publicarlo aquí en este rincón de mi memoria personal que hoy comenzaré a releer para conocerme.