Este fin de semana nos salió super bonito. El sábado nos quedamos en casa, viendo pelis, jugando y haciendo poco. Por fin terminé mi escritorio y organizamos los materiales de l@s chic@s en una zapatera que usábamos en la casa anterior. Quedó super bonito! Y dan ganas de salir a pintar! Uno de estos días me iré a la muralla con los pollos a pintar la bahía. Como quede. En fin...el sábado vimos a Pipo y Elsa (mis tíos abuelos) que pasaron por Cartgena y nos invitaron a pasar el día. Fue lo máximo. Aunque llovió y no pudimos ir a la piscina como queríamos, tuvimos una larga conversación sobre mi vida, sobre quiénes somos los que los que migramos hacia CGN y sobre cómo las familias extensas se conocen pero no se conocen. Se ven un par de veces al año, pero no saben lo que pasa. Se sorprendió de saberme. De sabernos. De entender muchos por qués que se había preguntado en silencio sin haberlos explicitado nunca. Nos tomó 35 años de dolor y silencio. Pero valió la pena. Muchísimo. Lloramos...
10 años de desescolarización, maternidad y feminismo(s)