Desde que terminé con mi última pareja masculina, en una relación, como todas las mías, poco convencional,comencé a correr como Forrest. Hoy por primera vez me detuve. Anclada en una realidad en la que me metí por error y con los ojos bien cerrados, corrí y evadí sin darme cuenta que iba botando todo por la borda. Ame a dos personas maravillosas, pero lastimosamente, el amor precario de la huída no honra el lugar que ocupan en mi vida. Cuando uno ama, debe estar completo para poderse entregar. Por eso es que el que con un clavo saca otro es mal carpintero. Ocupé mi tiempo en todo lo que no fuera ocuparlo. Me hice de diversas adicciones. Y delegué una vez más lo indelegable. Si no hubiera sido por esas mujeres, no solo me habría perdido, me habría ahogado...y debo reconocer que si hoy no hay naufragio fue porque 2 mujeres tuvieron el coraje de amar este pedazo de mi...una para repararme y otra para devolverme al mundo real. Soy el capitán de mi alma y esta frágil embarcación neces...
10 años de desescolarización, maternidad y feminismo(s)