Unschooling fundamentally is driven by a profound trust
in the human capacity to be curious.
The challenge we face, and it's a difficult one, is finding a way to
extend this trust outwards beyond the home and into the public sphere
where it is so desperately needed.
Astra Taylor
Estuve en Tayronaca, un pequeño hotel-museo-reserva-restaurante a la orilla del río Don Diego (para más referencias donde filmaron "La Misión"). El sábado dormí en la pequeña ensenadita de Taganga, y el domingo muy temprano nos fuimos al pie de la Sierra. Fui con una acompañante maravillosa, que no le temía al silencio. Fueron largas horas de meditación y contemplación de la que le limpia a uno todo por dentro. Aunque alimenté a los mosquitos me acosté temprano y me desperté antes del amanecer, para oir...para entrar en las profundas dudas que me genera el mundo occidental con todas sus comodidades y sus contradicciones...no sé que quiero, la verdad, y me da temor, pero a veces pienso que una casita en la sierra con internet sería perfecto.
Luego me asusto porque Zamila fue al centro de salud a que le cosieran una herida en la frente y no había hilo así que alguien le pegó la herida con un esparadrapo del blanco...y me acobardo. Me acobardo de los gusanos que pican, del hambre, de la ausencia de dinero, de mi incapacidad de hacer algo con las manos, de mi desconocimiento profundo del funcionamiento de la tierra, del cultivo del alimento...de la maldita educación intelectual que me despojó de mi naturaleza animal, de mi vida real y me transformó en un ser hipercefálico e inútil.
Quisiera a veces poder largarme lejos, pasar el día haciendo nada con mis hijos, viéndolos crecer, reir, caer.
Y supongo que depende de mí, tal vez podría...
tal vez podría.
**********
Estuve en la Sierra. Fueron momentos de largos silencios y pensamientos. Pensé en mis hijos, mucho, muchísimo. En el futuro de ellos, el mío. Pensé en el amor, en la soledad, en ser mujer, ser vieja, ser bella, ser. Pensé en mi crianza, en mis apegos, mis dolores. Pensé en mis defectos, en mi perfección, en mi tiempo, en mis sueños. Pensé en los de los demás. Pensé en Cartagena, en Bogotá, en vivir en una chocita de paja lejos del mundo. Pensé en internet, en el radio, en el éxito, en el fracaso, en el dinero. Pensé en el amor, en el desamor, en la cercanía, en el instante, en la distancia, en las palabras como puentes pero también como abismos.
in the human capacity to be curious.
The challenge we face, and it's a difficult one, is finding a way to
extend this trust outwards beyond the home and into the public sphere
where it is so desperately needed.
Astra Taylor
Estuve en Tayronaca, un pequeño hotel-museo-reserva-restaurante a la orilla del río Don Diego (para más referencias donde filmaron "La Misión"). El sábado dormí en la pequeña ensenadita de Taganga, y el domingo muy temprano nos fuimos al pie de la Sierra. Fui con una acompañante maravillosa, que no le temía al silencio. Fueron largas horas de meditación y contemplación de la que le limpia a uno todo por dentro. Aunque alimenté a los mosquitos me acosté temprano y me desperté antes del amanecer, para oir...para entrar en las profundas dudas que me genera el mundo occidental con todas sus comodidades y sus contradicciones...no sé que quiero, la verdad, y me da temor, pero a veces pienso que una casita en la sierra con internet sería perfecto.
Luego me asusto porque Zamila fue al centro de salud a que le cosieran una herida en la frente y no había hilo así que alguien le pegó la herida con un esparadrapo del blanco...y me acobardo. Me acobardo de los gusanos que pican, del hambre, de la ausencia de dinero, de mi incapacidad de hacer algo con las manos, de mi desconocimiento profundo del funcionamiento de la tierra, del cultivo del alimento...de la maldita educación intelectual que me despojó de mi naturaleza animal, de mi vida real y me transformó en un ser hipercefálico e inútil.
Quisiera a veces poder largarme lejos, pasar el día haciendo nada con mis hijos, viéndolos crecer, reir, caer.
Y supongo que depende de mí, tal vez podría...
tal vez podría.
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Estuve en la Sierra. Fueron momentos de largos silencios y pensamientos. Pensé en mis hijos, mucho, muchísimo. En el futuro de ellos, el mío. Pensé en el amor, en la soledad, en ser mujer, ser vieja, ser bella, ser. Pensé en mi crianza, en mis apegos, mis dolores. Pensé en mis defectos, en mi perfección, en mi tiempo, en mis sueños. Pensé en los de los demás. Pensé en Cartagena, en Bogotá, en vivir en una chocita de paja lejos del mundo. Pensé en internet, en el radio, en el éxito, en el fracaso, en el dinero. Pensé en el amor, en el desamor, en la cercanía, en el instante, en la distancia, en las palabras como puentes pero también como abismos.
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