Comencemos por el principio. No. No soy guerrillera. Estudiar en la Universidad Nacional no me hace automáticamente un guerrillero, como a Uds. por lo visto, sus apellidos y niveles educativos no los hacen ni críticos ni respetuosos de la diferencia. Cosas del destino, ya ven. Tampoco pertenezco a una secta rara de gringos locos. Tengo amigos muy queridos gringos, y hungaros, y colombianos, y españoles...No se, gente del mundo, que conoce mucho más que su propio ombligo. Empecemos desde que yo era pequeña. Estoy acostumbrada al estigma y el señalamiento, por fortuna. Nací rica en familia pobre y pobre en familia rica, al tiempo. Mi papá, hijo de una familia desplazada por "la violencia" de los 50 (seguida por las violencias de cada una de las décadas de este doloroso país), cometió el error y la osadía de proponerle a mi mamá, hija de un gran médico y una aristocrática mujer de clase altísima, matrimonio. Y ella...contra todos los pronósticos, aceptó. Así nací, así he viv...